"No se trata de si es … bíblico o no":
¿Qué dijo
realmente Minoru Chen?
Un hermano que se opone a la comunión de los colaboradores en cuanto a ser restringido a una sola obra de publicación ha atacado en repetidas ocasiones una declaración hecha por el hermano Minoru Chen durante el entrenamiento de invierno del 2004, el Estudio de cristalización de 1 y 2 de Timoteo y Tito. En su mensaje Minoru dijo:
El ministerio es el tocar de la trompeta, y este tocar de la trompeta hace posible poder pelear la buena batalla en el recobro del Señor. La propagación del ministerio, se hace no meramente en forma hablada, sino que principalmente de forma escrita o impresa. El ministerio impreso es hoy el tocar de la trompeta. Según el hermano Lee, cuando tenemos muchas y distintas obras de publicación, quiere decir que hay muchos sonidos de trompeta. Estos muchos sonidos de trompeta hacen que el ejército de Dios sea confundido. No se trata de si ello está bien o está mal, si es bíblico o no lo es. Se trata de si hay sólo un sonido o más de un sonido. (The Ministry Magazine, vol. 9, no. 1, January 2005, pág. 186)
En el contexto queda bien claro que el "ello" que "no se trata de si está bien o está mal, si es bíblico o no lo es", no se trata de la única obra de publicación, sino de los muchos sonidos de trompeta de las diferentes enseñanzas. Lo que el hermano Minoru estaba diciendo es que los hermanos no pueden defender su tocar de la trompeta dando diferentes enseñanzas meramente diciendo que su enseñanza es bíblica. Mas bien, debemos evaluar su enseñanza basados en un estándar más alto es decir, si causa confusión entre los santos el haber más de un tocar de la trompeta en el ministerio del Señor. En otras palabras, tener meramente una base bíblica para lo que uno enseña no es suficiente. Si tal enseñanza es una enseñanza diferente a la del ministerio general, el ministerio neotestamentario de la economía de Dios, esa enseñanza causará confusión entre los santos. El hablar de Minoru en su totalidad es un eco del ministerio del hermano Lee acerca de la necesidad de no dar un sonido incierto de la trompeta en el ministerio del Señor, y las advertencias del hermano Lee de que el diferente sonido de la trompeta por medio de diferentes enseñanzas finalmente resultará en confusión y división.
La censura de la declaración de Minoru por parte del hermano disidente está basada en su propia tergiversación del hablar de nuestro hermano. Por ejemplo, el escribe:
Cuando el hermano Minoru Chen hace referencia a este asunto en el Entrenamiento de Invierno de LSM del 2004, él dijo: "No se trata de si está bien o está mal, si es bíblico o no. Se trata de si hay un sonido o más de un sonido" (The Ministry Magazine, vol. 9 no. 1, pág. 186) ¡Yo no estoy de acuerdo! ¡Con el respeto debido, debería importar si ‘una sola obra de publicación’ es bíblica o no!
El mismo pensamiento es repetido en tres otros artículos. Dos de estos han sido reproducidos (con leves modificaciones) en un boletín publicado por una de las iglesias. En cada caso queda bien claro que el autor de los artículos disidentes cogió las palabras del hermano Minoru fuera de contexto y les atribuye a ellas un significado completamente distinto de lo que se quería decir. Minoru no dijo que no importa si "una sola obra de publicación" es bíblica o no, como quiere dar a entender el hermano disidente. (El ser restringido a una sola obra de publicación está basado sólidamente en la enseñanza neotestamentaria de los apóstoles, como lo hemos demostrado enfáticamente en " ¿Es ‘Una sola obra de publicación’ bíblica ?"). Además, lejos de ser un rebajar del estándar de la verdad en el ministerio, como el autor disidente da a entender, la palabra del hermano Minoru hace responsable a aquellos que ministran en el recobro del Señor de un estándar mucho más alto. Él estaba diciendo que simplemente ser "conforme a las Escrituras" o "bíblico" solamente no es suficiente, ni es una defensa para tocar la trompeta de diferentes enseñanzas.
El supuesto conflicto entre la comunión de Minoru y el que nosotros tengamos a la Biblia como nuestro estándar es un asunto nulo, ya que no tiene sustancia en absoluto. En realidad, el hablar de Minoru es una aplicación exacta de 1 Timoteo 1:3-4, donde Pablo le dice a Timoteo que mandase a algunos en Éfeso que no enseñen cosas diferentes de la economía de Dios.
1 Ti. 1:3-4 – [3] Como te exhorté, al irme a Macedonia, a que te quedases en Éfeso, para que mandases a algunos que no enseñen cosas diferentes, [4] ni presten atención a mitos y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que la economía de Dios que se funda en la fe.
Los mitos y genealogías interminables mencionados en esos versículos tenían alguna base en el Antiguo Testamento. No es posible decir que eran absolutamente no bíblicos. Ni tampoco se puede decir que la enseñanza de la ley por parte de los judaizantes en Galacia era algo no bíblica. Sin embargo, eran un sonido diferente de la trompeta, que distraía a los creyentes de la economía neotestamentaria de Dios de acuerdo con la enseñanza de los apóstoles.
La palabra de Minoru es también una fiel aplicación de 1 Corintios 14:8 que nos dice que no debe haber un sonido incierto de la trompeta, un punto que el hermano Lee aplicó a la necesidad de dar muerte al hablar disidente (véase la sección con el título "Una trompeta en el ministerio del Señor" en "¿Es ‘Una sola obra de publicación’ bíblica?".)
1 Co. 14:8 – Y si la trompeta da sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?
Una interpretación así también está de acuerdo con la palabra de Pablo en Efesios 4:14:
Ef. 4:14 – Para que ya no seamos niños sacudidos por las olas y zarandeados por todo viento de enseñanza en las artimañas de los hombres en astucia, con miras a un sistema de error.
En el versículo 14, Pablo no habla de los vientos de herejías, sino de los vientos de enseñanza. Cualquier enseñanza, aunque sea bíblica, que distraiga a los creyentes de Cristo y la iglesia, es un viento que los desvía del propósito de Dios. En 1 Timoteo 1:3-4 se revela que en los tiempos de Pablo, algunos impartían diferentes enseñanzas. Esto no significa que enseñaban herejías, sino que enseñaban algo diferente de la economía neotestamentaria de Dios. No enseñaban según la enseñanza del ministerio neotestamentario. En el Nuevo Testamento existe un solo ministerio, el cual consiste en impartir al Dios Triuno en los creyentes para que se edifique la iglesia. Debemos desconfiar de cualquier enseñanza o supuesto ministerio que enseñe cosas diferentes de la economía de Dios, es decir, que enseñe algo que no imparta a Dios en los creyentes y que no edifique las iglesias. (Estudio-vida de Efesios, pág. 388)
Debemos llegar a la estatura de un hombre maduro para que "ya no seamos niños sacudidos por las olas y zarandeados por todo viento de enseñanza en las artimañas de los hombres en astucia, con miras a un sistema de error" (4:14). Observen que Pablo no se refiere a todo viento de herejía o de falsa doctrina, sino a todo viento de enseñanza. Dicha enseñanza puede incluir la doctrina sana, fundamental y bíblica. Sin embargo, aun esta clase de doctrina puede ser usada por las artimañas de los hombres en astucia con miras a un sistema de error. Cualquier enseñanza, aunque sea bíblica, que aleja a los creyentes de Cristo y la iglesia, es un viento doctrinal que aparta al creyente del propósito central de Dios. Las enseñanzas que nos apartan de la economía de Dios las fomenta Satanás, en su sutileza, por medio de las artimañas de los hombres, para evitar que se edifique el Cuerpo de Cristo. Las enseñanzas que Satanás sistematiza causan serios errores y dañan la unidad práctica de la vida del Cuerpo. Si este asunto no fuera grave, Pablo no emplearía expresiones tan contundentes para describirlo. (Estudio-vida de Efesios, pág. 753)
In verse 14 Paul does not speak of the wind of heresy, but he speaks of the wind of teaching. Any teaching, even a scriptural one, that distracts believers from Christ and the church is a wind that carries them away from God's central purpose. First Timothy 1:3 and 4 reveal that some in Paul's time were teaching differently. This does not mean that they were teaching heresy; it means that they were teaching something different from God's New Testament economy. Their teaching was not the teaching of the New Testament ministry. In the New Testament there is one ministry. This ministry is the dispensing of the Triune God into the believers for the building up of the churches. We must beware of any teaching or supposed ministry that teaches something different from God's economy, that is, that teaches something other than God's dispensation for the building up of the churches. (Life-study of Ephesians, p. 378)
We need to become a full-grown man so that "we may be no longer babes tossed by waves and carried about by every wind of teaching in the sleight of men, in craftiness with a view to a system of error" (4:14). Notice that here Paul does not speak of every wind of heresy or false doctrine, but of every wind of teaching. Such teaching may include sound, fundamental, scriptural doctrine. However, even this kind of doctrine may be used by the sleight of men in craftiness with a view to a system of error. Any teaching, even a scriptural one, that distracts believers from Christ and the church is a wind that carries them away from God's central purpose. Teachings that distract us from God's economy are instigated by Satan in his subtlety with the sleight of men, in order to frustrate the building up of the Body of Christ. The teachings systematized by Satan cause serious error and thus damage the practical oneness of the Body life. If this matter were not serious, Paul would not use so many strong terms to describe it. (Life-study of Ephesians, p. 747)
La palabra de Minoru era también un fiel repetir del ministerio del hermano Lee concerniente al peligro de tener diferentes sonidos de la trompeta en el ministerio del recobro del Señor, aun por medio de enseñanzas bíblicas. En una serie de entrenamientos urgentes para ancianos que él convocó a comienzos de 1984, el hermano Lee dejó bien claro en aquella ocasión que simplemente tener enseñanzas bíblicas no es suficiente:
Todos debemos mantenernos alertas. Debemos tener presente que Satanás podría utilizar a cualquiera de nosotros para introducir alguna otra clase de enseñanza, la cual incluso puede tener fundamento bíblico. En tiempos de Pablo, ciertamente no se podría haber calificado como herejía la enseñanza de la ley que procede del Antiguo Testamento. De hecho, la ley había sido promulgada por Dios, y Él mismo la había revelado a Su pueblo. Si en aquellos tiempos uno hubiese enseñado doctrinas tales como las del gnosticismo, ciertamente habría sido considerado un hereje; pero si uno hubiese enseñado la ley de Moisés, nadie habría calificado tal cosa de herejía. En efecto, la ley de Moisés era bíblica; sin embargo, impartir tal clase de enseñanza equivaldría a enseñar cosas diferentes, esto es, no sería impartir la enseñanza con respecto a la economía de Dios tal como Pablo la impartía. Tenemos que ser muy cuidadosos, pues Satanás es extremadamente sutil. Todos nosotros tenemos que velar y no solamente vigilar a los demás, sino también vigilarnos a nosotros mismos
Si nos ceñimos a este único principio básico, este único factor básico, que es la economía de Dios, estaremos bien protegidos. No obstante, cada uno de nosotros debe permanecer alerta, no para vigilar a los demás, sino para cuidarnos a nosotros mismos de no ser usados por el enemigo para introducir pensamientos o enseñanzas diferentes, por muy bíblicos que estos puedan parecernos. (Entrenamiento para ancianos, libro 1: El ministerio del Nuevo Testamento, págs. 17-18)
No obstante, debemos tener presente que estamos en el recobro del Señor, y la primera característica del recobro del Señor es la unidad. Si perdemos esta unidad, estaremos acabados y ya no seremos más el recobro del Señor. Por eso, debemos estar conscientes de que existe el peligro de que se introduzcan opiniones y enseñanzas diferentes que puedan dañar la unidad. … Las opiniones pueden ser buenas y las enseñanzas pueden ser bíblicas, pero no dejan de ser diferentes. Tarde o temprano estos asuntos crearán ocultamente una división. La bendición que siempre desciende de Dios a Su recobro tiene como base la unidad (Sal. 133). Si perdemos la unidad, perderemos la bendición. (Entrenamiento para ancianos, libro 1: El ministerio del Nuevo Testamento, págs. 29-30)
Algunos quizás digan que no les gusta seguir la predicación de Pablo y que prefieren predicar algo nuevo y diferente. En realidad, la predicación de estas personas no contiene nada nuevo; simplemente es diferente. Algunos piensan que es una vergüenza predicar, enseñar, hablar o escribir las mismas cosas que otros. Ellos buscan una gloria especial para sí mismos, por eso hablan y enseñan cosas diferentes tratando de demostrar que saben algo que los demás ignoran. Tales actitudes son realmente vergonzosas.
Además, queridos santos, debemos ver que ellos quizás usen tales cosas como pretexto para decir que defienden la verdad, que contienden por la fe o que buscan lo que falta por recobrar de la verdad bíblica. Sin embargo, debemos darnos cuenta de que el resultado de ese tipo de enseñanza siempre ha sido la división. Toda denominación, toda división y todo grupo libre tiene su fundamento en cierta "verdad" que difiere del ministerio neotestamentario. Ser un presbiteriano significa tomar la verdad del presbiterio como base para edificar la denominación presbiteriana. El hecho de bautizar a la gente por inmersión ha sido la base para formar la denominación bautista. Pero debemos ver que dichas enseñanzas no son los elementos básicos y centrales del ministerio del Nuevo Testamento. (Entrenamiento para ancianos, libro 1: El ministerio del Nuevo Testamento, pág. 73)
NO BASTA CON QUE NUESTRAS ENSEÑANZASSEAN BÍBLICAS
Nuestra paz y seguridad respecto de lo que enseñamos no debiera basarse en que enseñamos cosas bíblicas; no está todo bien debido a que sus enseñanzas producen división. Incluso sus enseñanzas correctas generan división. Todos tenemos que darnos cuenta de que, en términos generales, las diferentes denominaciones en realidad no enseñan nada que sea, de por sí, errado. Todas las denominaciones procuran y se esfuerzan por enseñar lo que es correcto y bíblico. No obstante, el resultado final es que el Cuerpo de Cristo ha sido despedazado.
Debemos permanecer alertas y vigilantes. No queremos la enseñanza correcta, sino la enseñanza de la economía de Dios. Ahora podemos entender mejor la exhortación hecha por Pablo en 1 Corintios de que todos hablemos una misma cosa (1:10). ¿Qué es aquello de lo cual todos tenemos que hablar? ¿Debiéramos hablar sobre la enseñanza de la Biblia, sobre cómo reunirnos, cómo bautizar a las personas, cómo edificar a los santos, cómo ayudar a las personas a ser espirituales o cómo ayudar a los cristianos a crecer en la vida divina? Ciertamente éstas son cosas correctas que podemos enseñar. Algo tan bíblico como predicar el evangelio ciertamente es correcto. Sin embargo, si usted hace todo esto y enseña tales cosas aparte de la economía de Dios, entonces usted es divisivo. Usted causará división con cosas que son bíblicas y correctas, no con cosas incorrectas, profanas o paganas. Todas esas cosas ciertamente son correctas y bíblicas, pero tenemos que permanecer alertas para discernir si son divisivas o no. Así pues, todo cuanto usted enseñe deberá ser debidamente examinado no en función de si es correcto o incorrecto, sino en función de si es divisivo o no. Únicamente una clase de ministerio edifica siempre y jamás divide: el ministerio único de la economía de Dios. Tenemos que recordar que Pablo dejó a Timoteo en Éfeso con el encargo de mandar a algunos que no enseñen cosas diferentes y que todo cuanto enseñen lo hagan en relación con la economía de Dios. (Entrenamiento para ancianos, libro 3: La manera de llevar a Cabo la visión, págs. 51-52)
La única manera en que podemos ser resguardados en el recobro es permanecer en el único ministerio. Si decimos que somos partícipes del recobro y, aun así, enseñamos otras cosas con tanta ligereza e, incluso, de una manera velada, ello ciertamente difiere de la economía de Dios y estaremos sembrando la semilla que dará como fruto la división. Por tanto, la única manera de ser resguardados en la unidad eterna es que todos enseñemos una misma cosa en conformidad con la economía de Dios. Esta clase de enseñanza se llama el ministerio del Nuevo Testamento, el ministerio del nuevo pacto. El ministerio del nuevo pacto consiste únicamente en ministrar al propio Dios Triuno, quien pasó por un proceso a fin de que Él sea impartido a Sus escogidos como vida y como suministro de vida para producir a los miembros de Cristo y así formar el Cuerpo para expresar al Dios Triuno. En esto consiste la economía del Nuevo Testamento. Enseñar cualquier otra cosa, aun cuando sean cosas buenas y bíblicas, que se aparte aunque sea un poco de la economía neotestamentaria de Dios, redundará en divisiones, las cuales serán muy útiles a nuestro sutil enemigo, el maligno. Por tanto, es imprescindible que estemos alerta. (Entrenamiento para ancianos, libro 3: La manera de llevar a cabo la visión, pág. 55)
Estamos aquí en pro del recobro del Señor. Yo no estoy aquí realizando mi propia obra, ni tampoco ustedes están realizando la suya. Todos nosotros portamos un mismo testimonio y todos tenemos sobre nuestros hombros "los travesaños" que sostienen al "arca". Puesto que todos portamos este único testimonio, todos debemos hablar una misma cosa (1 Co. 1:10). No obstante, lo que se habla en ciertos lugares lleva a los santos en una dirección que los conduce a apartarse del recobro del Señor. Tal vez las cosas que ellos enseñan no sean erradas, ni se opongan a las Escrituras. Puede ser que lo que ellos enseñan sea correcto y bíblico, pero con el tiempo, ello hará que los santos sigan una dirección equivocada.
Si todos marchamos en línea recta, alcanzaremos la meta apropiada. Pero si nos desviamos un poco, al final la meta que alcancemos será muy diferente a la meta que el recobro del Señor se ha fijado. Incluso, después de breve tiempo, surgirán problemas dentro del recobro, debido a la manera en que algunos presentan ciertos temas bíblicos, o sea, debido a los "buenos mensajes" que ellos imparten. Y aunque tal vez lo que ellos comunican no sea erróneo, puede ser que algunos sean desviados a seguir un camino equivocado. Si éste es el caso, con el tiempo, esto llegará a ser un problema para todo el recobro. (Entrenamiento para ancianos, libro 3: La manera de llevar a cabo la visión, págs. 143-144)
El Nuevo Testamento alude a los disidentes que hay en la iglesia. En Romanos 16:17, Pablo nos exhorta a estar alerta en cuanto a los disidentes. Estos propagan enseñanzas disidentes y causan divisiones y tropiezos. Hablan con palabras aduladoras y seductoras y se pasan por personas serviciales. Si no hablaran con palabras aduladoras, nadie les haría caso. Pablo nos exhortó a tener cuidado con los disidentes porque a ellos les gusta enseñar cosas distintas y pelear por doctrinas contrarias. No obstante, no debemos aplicar la prueba del bien y el mal, de lo correcto y lo incorrecto cuando surjan palabras disidentes. Más bien debemos preguntarnos: "¿Esto edifica o destruye? ¿Preserva esto la unidad o causa división? ¿Ayuda a seguir adelante o causa tropiezo?" Antes de escuchar a los disidentes usted estaba vivo, pero después de escucharlos por una hora, quedó lleno de muerte, lo cual demuestra que las conversaciones facciosas propagan la muerte. No examine a los disidentes conforme al bien o al mal, pues si lo hace estará gustando del árbol del conocimiento del bien y el mal. Usted debe poner a prueba todas las opiniones de los disidentes sobre el criterio de la muerte o la vida. Después de escuchar una conversación tendenciosa, ¿está usted vivo o muerto? Si usted está verdaderamente vivo, entonces escuche todo lo que pueda. Pero si experimenta muerte, debe acudir al Señor y pedirle que lo limpie y lo rescate de esa muerte. En las décadas pasadas, vimos muchos disidentes. Debemos entender que ninguna iglesia presenta una situación siempre correcta. Así que, no se trata de tener la razón o no, sino que es asunto de vida o muerte. No examine jamás una conversación tendenciosa sobre la norma de lo correcto o lo incorrecto. Mídala siempre con la muerte o con la vida. Usted puede recibir todo lo que le avive y le dé vida. Debe renunciar a todo lo que le traiga muerte y lo mate. (Estudio-vida de Génesis, pág. 218)
El tergiversar las palabras del hermano Minoru Chen por parte de este escritor disidente es algo vergonzoso. Hacer tal caso omiso de la verdad, y aún del tratamiento ético de las palabras de otra persona, especialmente del hablar de un hermano que ha estado ministrando fielmente a las iglesias por décadas, descalifica completamente a este disidente de ser una persona cuyas palabras necesitan ser escuchadas. Si una persona discute con otros al sacar sus palabras fuera de contexto y tergiversarlas para darles un significado que ellas no tienen, los santos no deben confiar en absoluto en la interpretación que él haga de la manera apropiada de seguir al Señor en la práctica del ministerio o de la vida de iglesia.