Tito 1:9 – Retenedor de la palabra fiel, la cual es conforme a la enseñanza de los apóstoles, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que se oponen.

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Testimonio del hermano Godwin Kihuguru

¡O, Señor Jesús! Cubre este hablar. Señor guarda los santos que reciben este hablar de cualquier contaminación y debate doctrinal. Señor, Sé supremo. Que esta comunión sea usada para la edificación de Tu testimonio puro en la tierra. Que Tus hijos sean preservados puros y con un sólo propósito sin ninguna afinidad por cualquier tipo de mixtura. ¡Avergüenza a Tu enemigo! Desarraiga y purifica Tu iglesia de toda mixtura perteneciente a la carne o a Babilonia. Señor, cubre esta comunión.

Mi primer contacto con los santos del Medio Oeste de Los Estados Unidos fue a través de una visita de Keith Miller y su familia a Kampala. La familia Miller había conocido a mi esposa Sarah mientras ella estudiaba su maestría en la Universidad de Cincinnati. Ella les alquilaba un cuarto en su casa en Cincinnati. Fue durante ese tiempo que Sarah conoció el recobro del Señor.

Más tarde, se concertó otra visita y Keith vino con otros hermanos entre ellos John Myer. Durante esta visita, ellos pasaron bastante tiempo con los santos en Kampala quienes en ese momento se reunían como una célula adscrita a una denominación grande en Uganda la cual se reúne en células por toda la ciudad . Estos hermanos que nos visitaban se unieron a los santos y asistían a todas las reuniones de la "célula" sin promover una agenda específica. Nos sentíamos muy cómodos al tenerlos en todas las reuniones.

Después de esta visita, los hermanos del Medio Oeste decidieron enviar a dos hermanos para que se quedaran en Kampala. Estos hermanos eran Tim Knoppe y Steve Lietzau. Sus esposas llegaron a Uganda poco tiempo después.

El despertar del Señor

Sin que los hermanos en Los Estados Unidos tuvieran conocimiento y antes de que los hermanos llegaran para quedarse, el Señor había llevado por un proceso de purificación y de ser sacudidos a algunos santos del primer grupo de células el cual había crecido a treinta y nueve miembros. Justo antes de que los hermanos llegaran, la denominación pentecostal de la cual ellos eran miembros, estaba dando una enseñanza a la congregación sobre "el sacrificio de dar". Esta enseñanza en realidad tenía la intención de motivar la recolección de fondos para un proyecto bastante ambicioso y a gran escala que la denominación quería emprender.

Interesante por demás, el Señor estaba despertando algunos de los santos a buscar Su guía a través de la Palabra. En ella encontraron que existían bastantes contradicciones entre lo que la denominación promovía y la Palabra pura del Señor. Después de mucha búsqueda ante el Señor, finalmente decidimos que nuestro camino debía ser regido por la Palabra del Señor.

Cuando nuestro grupo decidió reunirse, acordamos que todo debía ser de acuerdo con lo escrito en la Palabra. Al tener más comunión acordamos leer la Biblia juntos y decidimos comenzar con el libro de Gálatas.

Dos hermanos nos introdujeron en el Ministerio

Fue durante nuestro estudio sencillo de Gálatas que llegaron los hermanos Tim Knoppe y Steve Lietzau quienes se unieron a la comunión. Recibimos mucha ayuda por parte de esos hermanos al darnos luz de la Palabra.

Pudimos apreciar claramente que los hermanos tenían una luz fresca en cuanto a la Palabra. Con el tiempo, el Señor causó que escucháramos más en vez de hablar tanto. El hermano Tim Knoppe nos ayudó a finalizar lo que nos restaba del libro de Gálatas. En el tiempo en que terminamos Gálatas, muchos santos habían perdido el sabor por las denominaciones y se afirmaban en la iglesia sin saber muy claramente lo que era. Lo que sí sabíamos con toda seguridad era que no queríamos más de la hipocresía de las denominaciones.

En nuestras reuniones con Tim Knoppe, estábamos muy sumergidos en la lectura de la Biblia con la ayuda de los Estudio-vida. La Biblia estaba cobrando vida de una manera nueva. Había mucha hambre entre los santos, tanta que nos podíamos quedar horas siendo infundidos con las riquezas de Cristo como la Palabra. Después de Gálatas, el hermano Tim nos guió a continuar con los libros de Efesios, Colosenses, Filipenses, Romanos, Génesis, las epístolas de Juan, ¡y aún queríamos más.

La separación de las denominaciones

Como ya se empezó a notar que no asistíamos a las reuniones de las denominaciones, los líderes de la denominación se empezaron a preocupar. Ellos habían estado siguiendo de cerca el crecimiento tan rápido de nuestras reuniones y temían que podíamos sacar a "sus ovejas" de la denominación por lo cual estaban particularmente preocupados. Por haber sido un "líder de célula" en el pasado, me llamaron para hablar conmigo lo cual utilizaron como una táctica para detenernos.

Todo lo que les pude decir fue que estaba disfrutando al Señor y creciendo en Su vida y que habíamos descubierto la Biblia de una manera totalmente nueva. Les compartí Juan 10 que trata sobre el redil, los pastos, de cómo el Señor es la puerta para salir del redil y hallar los pastos. Les compartí que ahora era más para Cristo que nunca antes y que no se preocuparan por mi relación con el Señor. Entonces me preguntaron sobre la Declaración de la Misión que había firmado con ellos y les respondí que yo ahora era para todo el Cuerpo de Cristo y que sentía un amor y deseo de estar unido con todos los hijos de Dios no importara donde se reunieren. Su propia Declaración de la Misión los exponía y osadamente les dije que si aquel era su principio rector, entonces era hora que nos separáramos.

Un grupo líder de pastores de ésta, la más grande iglesia denominacional en Kampala, propuso una reunión con nosotros, es decir, con todos los santos que se estaban saliendo de su congregación. La reunión estuvo muy cargada con los santos más pequeños hablando osadamente y recitando las Escrituras con un entendimiento profundo. Los santos les decían a los pastores que ellos habían encontrado al Señor y no estaban dispuestos a dejarlo ir. Recuerdo a una hermana joven contándoles a los pastores que Saulo de Tarso creyó que estaba laborando para el Señor pero que se sorprendió cuando el Señor lo confrontó y le dijo que él, de hecho, lo estaba persiguiendo.

La denominación entonces decidió hacer un anuncio público en el cual nos acusaba de "hacer algo que se opone al Señor" y por lo tanto, aconsejaba a sus miembros a no asociarse con nosotros". En este anuncio público utilizaron el nombre de Sarah y de mí.

Proseguimos

Proseguimos, sin desanimarnos, yendo en pos del Señor en Su Palabra. Estábamos fascinados. Recuerdo a uno de los santos preguntándole a Tim cómo él hacía lo que hacía. El hermano Tim le preguntó que a qué se refería. Éste le contestó que algo les ocurría cuando el hermano compartía la Palabra; algo que estaba más allá de su control. Había tal fuerza, apertura y hambre que sólo podía ser causada por el Señor. Ahora sé que el hermano Tim estaba hablándonos directamente a nuestro espíritu. ¡El Señor fue muy intenso en ese tiempo, podíamos reunirnos sin descansar en sesiones de cuatro a cinco horas y más a la semana! Más tarde nos dimos cuenta que el Señor utilizó ese tiempo para prepararnos.

Las visitas de Titus Chu

Al principio, nos reuníamos en el apartamento que los hermanos habían alquilado para la reunión de la Mesa del Señor hasta que finalmente nos mudamos a un salón más grande el cual se abrió para nosotros y fue pagado por los santos del Medio Oeste. John Myer nos visitaba de vez en cuando y en una ocasión vino Titus Chu. Basta con decir que durante todo ese tiempo, John Myer y Titus Chu entregaron libros de su autoría a los santos individualmente.

Recuerdo que durante la visita de Titus, él animaba a los santos a que desarrollaran ministerios individuales a los cuales llamaba "operaciones". Él preguntaba: ¿Cuál es tu operación? Y animaba a los santos a que tuvieran "operaciones". Esto nos recordaba al pentecostalismo, pero no sabíamos que esto era un veneno sutil. Él les dijo a varios santos lo que él "discernía" eran sus "operaciones". Este hablar dañino ha entorpecido el crecimiento de algunos de esos santos incluso hasta hoy.

En una ocasión, Titus Chu nos envenenó al decirnos que lo que ya habíamos leído era "todo lo que hay que leer" y lo que sabíamos era "todo lo que hay que saber" en tres o cuatro años y que por esa razón necesitábamos concentrarnos en desarrollar nuestras "operaciones". Siendo unos bebés en el recobro, admirábamos a este anciano (con muchos años de experiencia en el recobro) pero secretamente nos preguntamos ¡cómo podía alguien saber todo lo que hay que saber en tan corto tiempo! ¡Habíamos tocado los Estudio-vida, saboreado Espíritu y Vida! ¿Cómo podía una persona "conocer en su totalidad", todo lo que había allí para saber?

Durante la visita de Titus Chu él me sugirió que dejara mi trabajo y sirviera de tiempo completo. Yo le dije claramente que no estaba listo para servir de tiempo completo ya que acababa de recibir un contrato para trabajar en una renombrada compañía consultora en un país vecino. No me sentía cómodo de recibir tal encargo ni tampoco divulgar asuntos de mi vida personal a un hermano que a duras penas conocía. Con el tiempo, por medio del guiar del Señor y después que el Señor trató conmigo durante cuatro meses, dejé mi trabajo. Cuando lo deje todo para servir al Señor, era claro para mí que lo hacía por la iglesia y no por Titus ni por los que laboraban con él. Recordando el pasado, ahora veo que el Señor estaba obrando detrás de la escena a fin de preservar Su testimonio en Kampala.

Llega otro obrero y comienzan los problemas

Después de un periodo de más o menos año y medio, otra familia se estableció en Kampala: la familia Miller. Keith Miller acababa de terminar un entrenamiento con Titus que según nuestro entendimiento duraba diez meses.

Tan pronto como Keith llegó, notamos que había algo de competencia por parte de él con los otros hermanos del Medio Oeste y en especial con el hermano Tim. Aunque los hermanos trataban por todos los medios posibles de cubrir el problema, los santos lo podían notar. Keith siempre se incomodaba cuando Tim dirigía a los hermanos a proclamar la Palabra del Señor. Él siempre trataba (en vano) de atraer a los santos a asimismo lo cual no resultaba. Los santos se daban cuenta de que algo muy precioso salía del hablar de Tim; era de parte del Señor. Cada vez que Tim abría la Palabra de una manera tan preciosa, los obreros de Titus de inmediato daban una opinión que solía ser bastante errónea. Los santos se sentían frustrados por todas estas interrupciones ya que estaban hambrientos de recibir más de la palabra pura, no adulterada.

La obra en los recintos universitarios comienza como una obra privada

Cuando Keith no pudo lograr su objetivo con los santos del primer grupo (en el distrito Bugolobi en Kampala), él puso su atención en los estudiantes de la universidad principal en Makerene, Uganda. Después de cierta comunión, Tim sugirió que algunos de los santos en Bugolobi se unieran a Keith para compartir el evangelio en ese recinto. Algunos santos que tenían una carga similar por los recintos se unieron a Keith.

Sin embargo, pronto pudo verse que Keith tenía una agenda personal para laborar en los recintos. Él tenía cierto aire de presunción en esta nueva obra y se comportaba como si estuviera informando de todos estos asuntos directamente a alguien superior a él. Los santos que iban con Keith al recinto notaron que se estaba manifestando cierta prisa y agresividad sospechosas. También notaron que había una manera diferente de hacer las cosas, es decir, una manera muy similar a la de las denominaciones. El alimento, o más específicamente, "las galletas estadounidenses" se entregaban como señuelo a fin de atraer a los estudiantes a las reuniones. También, estos santos utilizaban películas seculares y tocaban la guitarra con el mismo objetivo. Keith tenía una formula que él tenía para contactar cuanta gente fuera posible y la cual repetía una y otra vez: "Si al final sólo llega el 10 por ciento, hemos logrado nuestro objetivo". Cuando se le preguntaba de dónde provenían esas fórmulas, él contestaba: "de de los mejores predicadores pentecostales de clase mundial". En los recintos se enfatizaba en mensajes cortos del evangelio y música de guitarra .La mayoría de los estudiantes sólo venían a una reunión(por curiosidad, probablemente) y jamás regresaban.

Witness Lee escribió en La experiencia de vida (publicada en La Palabra santa para el avivamiento matutino, titulada La Necesidad intrínseca en el recobro del Señor, en la parte de la purificación) de nuestra necesidad de estar delante del Señor con nuestras acciones y nuestro hablar:

Cuando estemos prestos a actuar o hablar, no sólo necesitamos preguntarnos si vamos a obrar correcta o incorrectamente, bien o mal, sino que necesitamos también discernir si nuestra intención es o no limpia, nuestros motivos puros y nuestro propósito exclusivamente para Dios. ¿Hay algún propósito egoísta detrás de nuestra acción? ¿Hay alguna inclinación egoísta? Esta clase de trato es el trato con el espíritu. (La experiencia de vida, pág. 306)

Hebreos 4:12 muestra muy bien este punto "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón". En el Estudio-vida de Hebreos, vemos que con el fin de que el tuétano penetre hasta nuestros huesos, las coyunturas tienen que ser quebradas. De igual manera, a fin de tener un espíritu limpio y puro —uno sólo para el Señor y que salga de lo más profundo de nuestro ser— nuestra vida del alma tiene que ser quebrantada.

Interesante por demás, a medida que la obra en los recintos se iba desarrollando, la falla entre lo que Keith estaba haciendo y lo que nos había atraído inicialmente al recobro se hacía más evidente. Las maneras en que Keith laboraba se parecían más y más a las maneras viejas del pentecostalismo. Muchos de nosotros veníamos de iglesias pentecostales sólidas con sistemas perfeccionados y probados de acumular números. El hermano iba por esa misma senda no obstante, sin profesionalismo ni mucho éxito. Muchos estudiantes pasaron por sus manos, pero claramente no se producía ningún fruto permanente.

Durante este tiempo, los estudiantes en los recintos, los santos en el área de Naguru Go-down y de Bugolobi se reunían en el local de reunión el día del Señor. Esto les dio a los santos la oportunidad de tener comunión y pastorearse los unos a los otros. Al mismo tiempo, los hermanos de los EE. UU. se reunían por dos horas dos veces a la semana —martes y jueves en la mañana— para tener comunión con los hermanos que llevaban la delantera en la localida.

Ejerciendo presión para separar la obra en los recintos de la vida de iglesia

No pasó mucho tiempo para que Keith empezara a presionar a los hermanos que llevaban la delantera en la localidad para tener reuniones separadas en los recintos principales. Keith llevaba a estos estudiantes a las reuniones de la mesa del Señor. Cuando este asunto se llevó a comunión, el mismo no fue aceptado basándose en el hecho de que tenía que existir una expresión de la iglesia en la ciudad y que los números no justificaban una reunión separada. Durante ese tiempo, sesenta y cinco santos asistían a la mesa del Señor. La posición que tomó la iglesia fue respaldada con firmeza por el hermano Tim Knoppe de manera que ésta se mantuvo.

Sin embargo, se estaba formando otra batalla. El hermano Keith quien hasta ese momento vivía con los otros hermanos en un lugar espacioso con su familia, ahora sentía que deseaba mudarse a un lugar propio y que debía ser en el área del recinto. Él forzó este asunto basándose en el hecho de que las personas con las cuales él laboraba estaban en el recinto y que le sería más fácil trasportarlos para llevarlos a las reuniones de la mesa del Señor, cuidarlos y atender las reuniones de su hogar. Hacía sentido. Nunca imaginamos que este era el comienzo de una serie de acciones para dividir la iglesia.

Poco después que Keith obtuvo un lugar cerca de los recintos universitarios, comenzó a ejercer presión para tener otra reunión de la mesa del Señor para los estudiantes. Los hermanos que llevan la delantera en la iglesia y los demás colaboradores se opusieron nuevamente.

Keith no estaba muy feliz cuando no logro conseguir nada de los santos. A menudo se quejaba de que a él no le daban el mismo respeto que se le daba al hermano Tim. Cada vez que el se acercaba a mí en cuanto al asunto del "respeto", yo le decía que, en la iglesia, la persona manifestaba el respeto. A nadie se le ha dicho que respete a éste u otro hermano y si al hermano Tim le respetaban más era probablemente porque en él se manifestaba el respeto y esto hacía que los santos siguieran esta manera. También le dije que yo no podía hacer nada para que los santos le respetaran más, tenía que emanar de él mismo. Keith aún sospechó que Tim decía a los santos que no lo escucharan. Esto era una acusación falsa y una verdadera vergüenza.

Cuatro o cinco meses después de que Keith llegó a Kampala, Tim viajó para la boda de su hijo. Se suponía que él iba a estar un mes pero el tiempo se prolongo mucho más. Titus no permitió que Tim regresara a Kampala como un paso adicional para así sacarlo del camino, a fin de que él y su grupo pudieran llevar a cabo sus propios planes para Kampala.

Dos semanas después de que se suponía que Tim hubiera regresado —por todo ese tiempo, los santos le preguntaban cuando Tim regresaría— Keith anunció en una reunión de oración del Lunes que ya no regresaría a Uganda debido a preocupaciones familiares entre otros asuntos. Para oír esto, los santos se sintieron muy afligidos. De hecho, nos enteramos más tarde que esa no era la razón por la cual los Knoppes no regresaron. Sino debido a que Tim se había enterado de que la obra que se estaba realizando en Kampala allá no estaba en unidad con los colaboradores en el recobro del Señor.

Los obreros imponen cambios en la iglesia

Antes de que Tim se fuera, él tuvo comunión con Sam Mpuga, George Kiiza y conmigo —como hermanos que llevaban la delantera— para cuidar los asuntos de la iglesia y el hablar para las reuniones de la mesa del Señor utilizando los Estudio-vida como guía. Nos aconsejó que buscáramos la orientación de Keith. Durante el lapso de tiempo que transcurrió, nos reuníamos cinco veces a la semana:

  • Lunes por la noche – reunión de oración
  • Miércoles en la noche – estudio del evangelio de Lucas
  • Viernes en la noche – Estudio-vida de las epístolas de Juan
  • Saturday morning - cleaning and Life-study of Genesis
  • Sábado en la mañana – Limpieza del salón y Estudio-vida de Génesis
  • La mesa del Señor – la mayoría del tiempo era para la predicación del evangelio

El sábado siguiente después del viaje de la familia Knoppe, cuando los santos llegaron a limpiar el salón y leer el Estudio-vida de Génesis, Keith entró con una lista de tareas para todos los santos. Él dijo que no había tiempo para leer los Estudio-vida porque había muchas tareas de limpieza que hacer y eso tomaría todo el tiempo. No se había tenido ninguna comunión al respecto por lo tanto, los santos se rehusaron a hacerlo. Ellos hicieron esto sin hacer ninguna escena, simplemente no siguieron la lista de tareas que Keith había traído. Sin embargo, la lectura del Estudio-vida de Génesis no se vio interrumpida. Los santos le hicieron saber que la lectura de este Estudio-vida era más importante que la limpieza.

A medida que los obstáculos eran eliminados para que Titus y sus obreros siguieran con sus planes para Kampala, Keith recibía más y más poder para dividir la iglesia y edificar una obra bajo su control. En la reunión del sábado mencionada antes, Keith dio la noticia de que los santos en el Medio Oeste tenían dificultades financieras y que ellos no podían pagar el arrendamiento del edificio (local de reunión) por más tiempo. Él nos dijo que con toda probabilidad no podían pagar el arrendamiento del siguiente mes.

Por otro lado, había dinero para pagar un lugar de reunión para los estudiantes lo cual posibilitaba que Keith tuviera su propia reunión de la mesa del Señor. Su justificación para esto que algunos estudiantes que querían reunirse con nosotros no podían ir al salón de reunión así que se tenía que encontrar una alternativa mejor. Recuerdo cuando le pregunté porque los que no podían asistir a las reuniones, no se reunían en ninguna de sus reuniones de hogar semanales. Pero cuando el siguió insistiendo, lo dejamos así.

Muchas de los santos le dijeron a Keith que la manera en que él laboraba en los recintos, olía a la manera en que laboraban las denominaciones de las cuales muchos de los santos habían salido. El siempre se sentía ofendido por estas observaciones. Algunos santos fueron aún más lejos al decirle que su hablar carecía del suplir de vida. A medida que los santos tenían más y más problemas, se acercaron a los hermanos que llevaban la delantera y les pidieron citar una reunión para tener comunión sobre estos asuntos. Cuando le avisamos a Keith sobre esta petición, nos encontramos con mucha resistencia de su parte y una indiscutible indiferencia hacia el sentir de los santos. Le preguntamos que cómo él podía servir a los santos a quienes no estaba dispuesto a escuchar. No obtuvimos ninguna respuesta convincente y continuó igual o sea, no estuvo dispuesto a tener comunión con los santos.

Cuando en noviembre del 2005 Keith se fue de vacaciones, él y nosotros sentimos un gran alivio. Keith tuvo comunión con nosotros (George, Sam, y yo) y nos pidió que cuidáramos a los estudiantes durante su ausencia. En comunión, decidimos que nos reuniéramos semanalmente con los líderes en los recintos para ayudarlos a prepararse para la reunión de la mesa del Señor. Keith no mencionó las otras reuniones de hogar. Cuando nos vimos con estos líderes nos informaron que Keith había aplazado todas esas reuniones hasta su regreso. También les había dado escritos a cada uno de lo que ellos compartirían en la reunión de la mesa del Señor.

Recuerdo a los estudiantes preparándose para compartir la vida y obra del Señor Jesús. Esto ocurrió durante el tiempo de Navidad (en noviembre/diciembre). Estábamos muy emocionados porque ellos tenían el diagrama del folleto El misterio de la vida humana y estábamos anhelando oírlos. Cuando les pedimos que compartieran su disfrute, empezaron a leer los textos que Keith les había preparado. Eran secos e incoherentes. Les compartimos que el tema que ellos estaban desarrollando era muy importante pero vasto y que era aún más importante compartirlo a partir de su experiencia real del disfrute del Señor como la Palabra. Les compartimos que ellos necesitaban laborar juntos y tener una misma carga al compartir juntos el mensaje es decir respaldándose el uno al otro.

Tan sólo tomamos la primera parte de su largo mensaje y compartimos con ellos algo acerca de la encarnación. ¡Estaban anonadados! Empezamos a compartir (de nuestra lectura del Estudio-vida de Juan) de cómo el Creador se hizo una criatura –parte de Su propia creación– y de cómo Él se hizo carne y fijó tabernáculo entre nosotros. Les dijimos como Dios vino en Cristo a redimirnos, tratar con el enemigo, y ser nuestro disfrute. Después de nuestro compartir, estos hermanos líderes pudieron compartir y minsistrar vida a los que asistieron a la reunión de la mesa del Señor. A la semana siguiente nos dijeron que la reunión había estado muy avivada.

Dividiendo la iglesia

John Myer vino con otro hermano que estaba bajo el liderazgo de Titus para compartir mensajes acerca de los siete candeleros de oro con el objetivo claro de justificar oficialmente la división. Nos dijeron que Titus y los que estaban con él, no podían pagar los gastos del salón y que necesitábamos pensar en una alternativa. Sin embargo, ellos sí seguirían pagando el salón que Keith por sí mismo había conseguido (sin comunión) para los estudiantes. Al oír esto, no teníamos otra opción sino el estar de acuerdo porque era su dinero y ellos tenían todo el derecho de decidir en qué usarlo. Nos aconsejaron dividirnos en tres grupos: uno en los recintos de la universidad, el otro en el área de Naguru Go-down y otro en Bugolobi.

Su estrategia era concentrarse en los grupos del recinto, construir una estructura de acero barata para los santos pobres de Naguru y dejar que los santos de Bugolobi resolvieran su propia situación. Keith, como antes, se encargaría de los recintos, Steve Lietzau y su esposa cuidarían del área de Naguru, y los santos locales manejarían a Bugolobi. Parecía ser que los obreros de Titus tenían la esperanza de que los santos de Bugolobi —quienes eran los que estaban más claros en cuanto a la práctica de la vida de iglesia y quienes lógicamente no estaban de acuerdo con la fragmentación de la iglesia— se marchitaran y murieran.

Los santos de Bugolobi buscaron un lugar para reunirse por el cual pagamos de las ofrendas de los santos. Allí continuamos nuestra reunión de la mesa del Señor, las reuniones semanales de hogar y el sábado en la mañana. La intensidad de los santos en estas reuniones aumentó de manera considerable. Continuamos con las epístolas de Juan los viernes en la noche, el evangelio de Juan en la mesa del Señor y el Estudio-vida de Génesis los sábados en la mañana. El Señor fue muy intenso durante este tiempo. En cada momento, el Señor continuamente grababa Sus palabras en nosotros: "Yo edificaré Mi iglesia".

Los hermanos que llevaban la delantera en la localidad y los de los otros grupos que se habían dividido, se seguían reuniendo semanalmente los martes y jueves en la mañana. Además, algunos de nosotros nos reuníamos los viernes en la mañana para leer libros de Watchman Nee y Witness Lee.

Resistiéndonos para que la iglesia no se dividiera

Como los tres grupos se empezaron a reunir de manera separada, algunos de los santos se inquietaron porque nuestro vivir no estaba acorde con la Biblia particularmente en lo que se refería al terreno apropiado de la iglesia. Estábamos preocupados porque no había una expresión apropiada de la iglesia local. Cada vez que se mencionaba este asunto en las reuniones semanales de los que llevaban la delantera, los hermanos enviados por Titus sostenían que, en primer lugar, nosotros (los hermanos de la localidad) no éramos los ancianos de la iglesia porque ellos no nos habían nombrado. Ellos reclamaban que eran la autoridad apropiada y que teníamos que escucharles. Irónicamente, habíamos estado leyendo La vida de iglesia cristiana normal y Pláticas adicionales sobre la vida de iglesia de Watchman Nee en las reuniones de los viernes en la mañana. Estos libros (los cuales estos hermanos que reclamaban ser la autoridad nos habían recomendado) exponían abiertamente sus acciones y motivos. Sin embargo, ellos seguían firmes en su posición.

Los hermanos que llevaban la delantera en la localidad nos sugirieron que los tres grupos se reunieran como la iglesia en Kampala el día del Señor a fin de guardar la expresión local. Los obreros de Titus rechazaron esta sugerencia enérgicamente. Luego los hermanos transigieron porque se reunieran una vez al mes lo cual también fue rechazado. Su argumento era que no había una manera de que los grupos se reunieran debido a la pobreza de las comunidades y a las dificultades en el transporte. Sugirieron entonces que consideráramos reunirnos una vez cada tres meses. También, y con la insistencia de John Myer, empezaron a promover los distritos dentro de la ciudad. Erróneamente consideraron como distritos separados a Makerere (que está en el centro de la ciudad), Bugolobi, Naguru, Bukoto, y Kireka. Para mayor claridad, todas estas áreas forman parte de la ciudad de Kampala.

John Myer comenzó a escribirnos promoviendo sus conceptos acerca de "la iglesia ciudad". En su carta, ridiculizaba a la iglesia, los santos y desalentaba cualquier alusión a la "vida…" cuestionando qué significa "realmente". Él decía que era un asunto subjetivo, probablemente perteneciente al "ámbito de las emociones de una persona". También trató de decir que los santos eran los divisivos y exclusivos. Este menosprecio era simplemente para enmascarar lo que en realidad se estaba gestando en los recintos: algo diferente del todo a los ejemplos de las iglesias en la Biblia.

La discusión acerca de unir la iglesia y tener una expresión local en la ciudad continuó, pero los obreros de Titus seguían echándole agua fría. Por extraño que parezca el Señor no nos permitió bajar la guardia. Antes bien, Él nos fortalecía y éramos unánimes en este asunto. Comenzó a manifestarse una desavenencia entre los obreros de Titus y los santos en Kampala.

Se arraigaron dos posiciones: una a favor de la expresión local y la otra por las "congregaciones por distrito". Los obreros de Titus empezaron a utilizar el método utilizado en la política de dividir y conquistar. Ellos invitaban a comer a los santos a sus casas para envenenarlos haciendo gala de sus capacidades y habilidades naturales, contándoles historias exageradas y negativas que supuestamente los hermanos en la localidad decían de ellos. Este hablar tenía la intención de hacer una división entre los santos y atraer a algunos hacia a ellos. Sin embargo, esta intención no tuvo éxito alguno, en especial entre los hermanos que habían experimentado el fluir de vida en las reuniones. Esta clase de veneno causó que algunos vasos jóvenes y débiles se dañaran y otros con el tiempo se alejaran totalmente del Señor.

Mientras tanto, el Señor nos llevaba a través de las epístolas de Juan en las cuales nos afirmaba que el Espíritu estaba en nosotros, que "todos ustedes saben" y que "no tienen necesidad de que nadie os enseñe". En estas epístolas también vimos la necesidad de ser agresivos con aquellos que traen una enseñanza que no es conforme a la economía de Dios en el Nuevo Testamento. En ellas, el asunto del "ciclo de vida" fue también expuesto. Después de las epístolas, el Señor nos llevó al libro de Hebreos. "O, cómo fuimos llevados arriba a los cielos para ver el Cristo celestial". En Hebreos, el Señor nos impresionó con el Cristo que habla al final de estos días y como el Señor en esta era se mueve a través de la Persona de Su Hijo. Fuimos animados a seguir adelante y ser diligentes a fin de entrar en Su reposo. Vimos como el Señor tiene tres etapas de "Su reposo". La primera, el espíritu del hombre, la segunda, la era del Reino y la tercera la Nueva Jerusalén. Fuimos impresionados con la necesidad de entrar en las primeras dos etapas de Su reposo porque aquí hay un ¡galardón y una corona que obtener! Todos los regenerados estarán en la última consumación, el tercer reposo, es decir, la Nueva Jerusalén, pero no todos los creyentes estarán en las primeras dos etapas. ¡Necesitamos estar en el primer reposo en esta era para que seamos calificados como los vencedores en el segundo reposo, gobernar y reinar con el Señor en milenio!

Como la desavenencia entre la iglesia y los obreros de Titus se hacía cada vez más evidente, decidieron enviar a Tim Knoppe de nuevo a Kampala para que dijera a los santos que empezaran a respetar y escuchar a Keith Miller. Tim no estuvo de acuerdo y les dijo que él confiaba en el Señor que moraba en los santos. Al ver más la obra divisiva, Tim renunció a la obra de Titus.

Los obreros de Titus tratan de subyugar a los santos

Por su parte, Titus y sus colaboradores enviaron a John Myer y a otros obreros de nuevo a Kampala con el fin de sojuzgar a los santos y hacer que "escucharan a Keith". Fue una visita detestable. Estos hermanos fueron expuestos desde su llegada. Ellos de manera arrogante subestimaron la habilidad de los santos para discernir la levadura y ellos estimaron por demás su presunta habilidad de conducir a los santos en la dirección que deseaban. Los santos no los recibieron calurosamente y, cada vez que ellos hablaban, era tan claro de que habían venido para llevar a cabo una agenda y convencernos de que había algo raro con Tim Knoppe, Living Stream Ministry, el hermano Witness Lee y los hermanos que estaban laborando con Tim (más tarde nos enteramos que se referían a los hermanos compenetrados). Todos estos asuntos fueron discutidos específicamente durante un retiro en las afueras de la ciudad concertado por los obreros de Titus en forma de reunión entre los hermanos que llevaban la delantera en la localidad y ellos mismos.

Su hablar no era agradable a nuestros oídos, debido a que, principalmente, no entendíamos el contexto de lo que decían. Tocamos al Señor de una manera real a través del hermano Tim Knoppe y el ministerio de Witness Lee. Esto nos guió a dejar muchas cosas e ir en pos del Señor y ahora, el sabor había cambiado y algo diferente estaba siendo introducido. Les preguntábamos que cosa era eso nuevo pero de mal sabor. Ellos respondían que nada nuevo habían traído.

El hablar divisivo

John Myer trató de envenenar nuestros pensamientos contra los colaboradores, las iglesias y los santos en los Estados Unidos diciendo que ellos apreciaban demasiado a Witness Lee. Les dijimos que no queríamos saber de los problemas en Los Estados Unidos sino de los problemas que existían en Kampala. Cuando tocamos la vida de iglesia y el recobro, el hermano Tim no nos enfatizaba a Witness Lee. El usaba los libros del ministerio y los Estudio-vida y a través de ellos nos ayudaba a abrir la Palabra. Su énfasis no estaba en los hermanos sino en la revelación de la economía divina de Dios. Cuando descubrimos los tesoros en los Estudio-vida y los libros del ministerio, reconocimos que los hermanos Watchman Nee y Witness Lee eran dones para el Cuerpo. Esto lo vimos por nosotros mismos no por nadie que nos lo quisiera imponer. No necesitábamos ningún sermón que nos indicara que debíamos o no seguir a Witness Lee. Entonces les preguntamos a estos hermanos lo siguiente: "¿Si no estamos para seguir a Witness Lee y el recobro, qué nos recomiendan que hagamos?" ¿"Tienen otros libros y enseñanzas?". No tuvieron respuesta alguna. Les dijimos que nos hablaran sobre esta "otra manera". Nuestras preguntas no obtuvieron respuesta sino un silencio o un desconocimiento fingido.

Durante esa reunión uno de los hermanos que nos visitaba nos dijo que Titus Chu había hecho tantas cosas por ellos como individuos que jamás le traicionarían ni abandonarían. Esto sonaba a "miel" y afecto natural. Les dijimos que necesitábamos algo mucho más convincente que eso. Les preguntamos porqué les molestaba tanto que los santos quisiesen ser uno como la expresión local del testimonio del Señor en la ciudad.

Una unidad fingida

Poco después que John Myer y el hermano que había hablado sobre su lealtad hacia Titus regresaron a los EE.UU., los que quedaron bajo el liderazgo de Titus acordaron en que la iglesia podía reunirse sólo una vez y que más tarde se coordinarían otras reuniones de este tipo. La reunión que ellos concertaron fue hecha de una manera carnal, al transportar a los estudiantes de los recintos diciendo que la transportación era gratuita y prometiéndoles algún refrigerio. Los autobuses fueron enviados a los vecindarios pobres de Naguru y Kireka y a la gente también se le dijo que el almuerzo y el transporte eran gratuitos. Hubo también transporte en los recintos. Cuando los santos de Bugolobi vieron como la reunión se estaba organizando, decidieron no ir. Irónicamente, una foto de esta reunión en particular de la iglesia en Kampala, fue la escogida para ser mostrada en el portal cibernético de la iglesia en Cleveland. Más del ochenta y cinco por ciento de los que aparecieron en esa reunión jamás habían asistido a otra reunión de la iglesia.

Después de esta supuesta reunión, decidimos convocar otra con los que se estaban reuniendo en los diferentes grupos. Los hermanos que laboran para Titus rechazaron vehemente esa sugerencia. Ellos comenzaron a llamar a los santos como "mi (queriendo decir su propia) gente". Esta clase de hablar dañó especialmente a un hermano quien había sido pastor antes de dejar las denominaciones para servir con nosotros y estaba cuidando a los del área de Naguru Go.

Nosotros, sin embargo, insistimos en tener esta reunión y les aseguramos a los hermanos que todos los santos le pertenecían al Señor y que no necesitábamos pedirles permiso porque estábamos convocando la reunión como la iglesia en Kampala. En esto, ellos nos recordaron nuevamente que ellos no nos habían nombrado. Nos advirtieron que ellos les iban a decir a "su gente" que no asistieran a la reunión. Finalmente, cuando ellos se dieron cuenta de que no podían detener la reunión, nos aseguraron que ni ellos ni "su gente" iban a asistir.

Sin embargo, el día de la reunión, todos ellos asistieron. La razón era que asistían para proteger a "su gente" de que se les hablara de la necesidad de tener la unidad a fin de ser la expresión local de la iglesia. Aunque anteriormente habíamos intentado reunir a los santos para el asunto del un testimonio y una expresión, esta vez decidimos ceder un poco para no mostrarles a los santos la inminente división que se avecinaba.

Las reuniones semanales de los responsables se convirtieron en disputas a gritos. Muchas veces, los obreros de Titus esperaban a que yo me sentara para empezar a gritar con el fin de que me desistiera. El Señor causó tal fortalecimiento interior. Y fue en ese momento, cuando estaban los ánimos bien calientes, en que el Señor hizo que el hermano Sam Mpuga tomara una postura firme por la iglesia.

Fue expuesta la división de la obra de Titus Chu

Fue también en ese tiempo que Tim llamó y nos dijo que el Señor le había dado la manera de visitarlos. De verdad fue una provisión de Dios. Las disputas de un lado a otro con los obreros de Titus habían agotado y desanimado a muchos de nosotros. Decidí informarles a los obreros de Titus de la llegada de Tim una semana antes de que éste llegara. Se perturbaron bastante.

Cuando Tim llegó ¡todo fue expuesto! Los hermanos que trabajaban con Titus se consternaron. ¡Keith Miller aún escribió una carta denunciando a la iglesia en Kampala! (Véase "Informe de Tim Knoppe de Los Acontecimientos en Kampala" en esta libro). En su carta, Keith admite que ellos estaban realizando otra obra que seguía otra dirección diferente a la iglesia. Lo que me sorprende es cómo él continúa diciendo que es la iglesia en Kampala cuando sigue las instrucciones de los directivos del Medio Oeste. En Uganda, siguen usando el nombre de: "La Asamblea Cristiana de Kampala" ("Kampala Christian Assembly") refiriéndose a ellos como una "iglesia no denominacional". (Ver iglesia en el portal cibernético de la iglesia en Columbus). Cada vez que nos referimos a una asamblea como no denominacional indica que es divisiva. Tal agrupación es también sectaria porque sólo incluye una parte de los creyentes del Señor.

Titus y sus colaboradores en Uganda han sido usados por el enemigo para dividir el Cuerpo de Cristo y construir imperios centrados en ellos mismos como individuos. A ellos no les importa los intereses del Señor sino que rivalizan en su ambición y egoísmo. Su predicación del evangelio no sale de un corazón puro. Ellos buscan los números pero no les importa nutrir, pastorear ni cuidar a los santos para los intereses del Señor y Su edificio. ¡Qué el Señor nos salve a todos nosotros de las sutilezas de la serpiente antigua!

Dejo el resto de esta misiva al hermano Tim. Sólo quiero añadir que los obreros de Titus nos siguen acusando de haber sido "instruidos" por Tim y decir las mismas cosas que Tim decía de ellos. La verdad es que sólo lo que Tim me dijo en el teléfono fue, "santos, yo confío en el Señor en ustedes. Continúen con los Estudio-vida y en vida". El otro asunto fue que cuando Tim llegó nos pusimos en contacto con el hermano Dick Taylor y el hermano James Lee y con los santos en las iglesias en Nairobi, Kakamega, Matungo y Mumias. Nos vimos con el hermano Christian Ni’i-Aryee de la iglesia en Arlington, Texas y el hermano Paul Cooke de la iglesia en Londres, Inglaterra. Fue durante estas reuniones en Nairobi, Kenya, que nos informaron cómo durante todo este tiempo las puertas de Kampala habían sido cerradas para el Cuerpo de Cristo. ¡Casi derramamos lágrimas cuando anunciamos en nombre de la iglesia que las puertas ahora estaban abiertas para la comunión del Cuerpo!

El Señor ha sido muy fiel con nosotros y continúa siéndolo. Le debemos nuestra salvación al Señor y en no muy poca medida somos deudores al hermano Tim Knoppe y su esposa Donna. Cuando el Señor envió estos santos a Kampala, Él sabía lo que estaba haciendo y Él sabía también que era El quien venía a través de ellos. El Señor misterioso, el Dios escondido, moviéndose secretamente para recobrar Su testimonio en Kampala.

¡Jesús es el Señor!

Lea el testimonio de la hermana Sarah Kihuguru

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