¿Es bíblico hablar de "una sola obra de publicación"?
El escritor de "La obra de publicación en el recobro del Señor: 'Análisis y Respuesta'" erró al afirmar que no hay ninguna base bíblica para que los colaboradores expresen su deseo de tener solamente una obra de publicación en el recobro del Señor. De hecho:
- La declaración de los colaboradores en "La obra de publicación en el recobro del Señor" no viola ningún principio bíblico, más bien, de hecho, se basa firmemente en numerosas Escrituras críticas y principios bíblicos..
- El Nuevo Testamento también nos muestra la obligación que tienen aquellos que están llevando la delantera en el ministerio del Señor de equipar a los santos con estos puntos de la verdad y proveerles a las iglesias locales la dirección, de manera que su práctica iguale a estas verdades.
- Aún más, muestra la responsabilidad de los ancianos, la cual ellos tienen en las iglesias, de pastorear a los santos que están bajo su cuidado respectivamente.
- Lo que, de hecho, no tienen ninguna base bíblica son los ataques que se han hecho públicamente en "Análisis y respuesta" y en otras publicaciones discrepantes, en contra de aquellos que llevan tal responsabilidad.
- "Análisis y respuesta" también se equivoca al rechazar La aplicación de la palabra de Pablo en 1 Corintios 14:8 que el hermano Lee hizo tocante al asunto de tener solo una obra de publicación.
Los colaboradores se dirigieron a considerar el asunto de tener múltiples publicaciones, debido a que la proliferación de diferentes enseñanzas ha causado problemas (1 Ti. 1:3-4) entre las iglesias, dichas enseñanzas violan principios vitales de las Escrituras y difieren de las del "ministerio general" en el recobro del Señor.
1 Ti. 1:3-4 - [3] Como te exhorté, al irme a Macedonia, a que te quedases en Éfeso, para que mandases a algunos que no enseñen cosas diferentes, [4] ni presten atención a mitos y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que la economía de Dios que se funda en la fe.
Permítanme citarles otro ejemplo para mostrarles que algo realizado por una iglesia local podría no ser únicamente un asunto que atañe cierta iglesia local, sino que atañe por completo a todo el Cuerpo. Que una iglesia local reciba un ministerio que difiere del ministerio general que ha producido a las iglesias, las ha establecido y las viene edificando, ciertamente afecta todo el Cuerpo de Cristo. El ministerio de Pablo era el ministerio general que produjo a las iglesias gentiles, las estableció, las edificó y contribuyó a su crecimiento. Nótese que me refiero al ministerio de Pablo como ministerio general. Después de ello, Apolos intervino con otro ministerio. Antes de recibir tal ministerio, la iglesia en Corinto tenía que haber considerado el efecto que ello tendría. Sin duda, ustedes tienen el derecho a recibir cualquier ministerio, debido a que ustedes son una iglesia local. Sin embargo, ustedes tienen que tener en cuenta de que el hecho de que reciban tal ministerio no es meramente un asunto local. Esto no es como cuando ustedes deciden, por ejemplo, cuántas reuniones debe celebrar una iglesia local.
También tenemos que darnos cuenta de que el hecho de que una iglesia local imprima y distribuya publicaciones afecta al testimonio de todas las iglesias. Cuando una iglesia local publica un testimonio impreso, ello debe hacerse de manera muy cuidadosa y después de haber reflexionado mucho sobre cómo esto afectara el testimonio del Señor en el ámbito universal. En cualquier cosa que hagamos, siempre debemos tomar en cuenta el efecto que habrá de tener en todas las iglesias locales.
Estos tres ejemplos que les he dado son lo suficientemente claros y categóricos como para mostrarnos que no es correcto pensar que simplemente porque tengamos una obra regional que abarca varias iglesias tenemos plena jurisdicción para hacerlo todo conforme a nuestras preferencias y sin tener en cuenta el testimonio universal del Señor, el Cuerpo universal, el ministerio universal y el mover universal del Señor. Si pensamos de ese modo y nuestra práctica refleja tal manera de pensar, nos meteremos en problemas y generaremos problemas para otros. Toda iglesia local posee su propia jurisdicción, pero todo cuanto una iglesia local haga tiene que ser hecho habiendo considerando cuidadosamente cómo esto afectará el testimonio universal del Señor, Su Cuerpo universal, Su mover universal y Su ministerio universal. (Entrenamiento para ancianos, libro 4: Otros asuntos cruciales respecto a la práctica del recobro del Señor, Págs. 37-38)
Este "ministerio general" se ha llevado a cabo por nuestros hermanos Watchman Nee y Witness Lee y ahora sigue llevándose a cabo por casi todos los colaboradores en toda la tierra. La obra de publicación en el recobro del Señor es la respuesta de los colaboradores a los problemas crecientes entre las iglesias por toda la tierra que han resultado de las enseñanzas diferentes propagadas por medio de diferentes obras de publicación.
A. La base bíblica de una sola obra de publicación en el recobro del Señor
La comunión entre los colaboradores compenetrados en la La obra de publicación en el recobro del Señor se basa firmemente en muchos principios bíblicos fundamentales, incluyendo los siguientes:
- La unicidad de la enseñanza y la comunión de los apóstoles,
- Los apóstoles enseñan lo mismo en cada iglesia,
- El hablar del Señor para una iglesia es Su hablar para todas las iglesias,
- La unidad del Cuerpo de Cristo,
- La unanimidad,
- Tener el mismo pensamiento,
- Hablar una misma cosa,
- El único ministerio del Nuevo Testamento,
- la única obra con la única meta, y
- Servir en el único fluir del mover del Señor.
La comunión del hermano Lee acerca de "restringirnos a una sola obra de publicación" es el trabajo práctico de estos principios y refleja su carga para la preservación del recobro del Señor en la unidad genuina y la unanimidad para la edificación del Cuerpo de Cristo. Estos diez principios deben guiar nuestra conducta en la iglesia generalmente, y en particular, para llevar a cabo el ministerio del Señor. Debemos ser especialmente vigilantes y aplicar estos principios en la obra de la publicación para que lo que publiquemos no viole la verdad ni llegue a ser un factor de confusión o división entre las iglesias. El restringirnos a una sola obra de publicación es la manera de aplicar estos principios de los hermanos Nee y Lee. Su ministerio y práctica nos presentan un ejemplo que debemos seguir para preservar la unicidad del recobro del Señor. Como parte de esa enseñanza, una sola obra de publicación representa una sana extensión y la aplicación directa de cada uno de estos principios, que están elaborados en los siguientes pasajes seleccionados de la Palabra y del ministerio:
- La unicidad de la enseñanza y la comunión de los apóstoles (Hch. 2:42; 1 Jn. 1:3; 1 Co. 1:9).
Hch. 2:42 - Y perseveraban en la 1enseñanza y en la comunión de los apóstoles, en el partimiento del pan y en las oraciones.
Nota 2:42 1 - ...En la economía neotestamentaria de Dios, solamente existe una clase de enseñanza revelada y reconocida por Dios—la enseñanza de los apóstoles—y solamente existe una clase de comunión que es de Dios y que Él acepta: la comunión de los apóstoles, la cual se tiene con el Padre y con el Hijo, Jesucristo... y la cual es la única comunión de la única iglesia, el Cuerpo de Cristo.
1 Jn. 1:3 - Lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos también a vosotros, para que también nosotros tengáis 3comunión con vosotros, y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con Su Hijo Jesucristo.
Nota 1:3 3 - ...Aquí comunión indica la idea de dejar a un lado los intereses privados y de unirse a otros con propósito común. Por consiguiente, tener comunión con los apóstoles, estar en la comunión de los apóstoles, y tener comunión con el Dios Triuno en la comunión de los apóstoles, significa dejar a un lado nuestros intereses privados y unirnos con los apóstoles y con el Dios Triuno para que el propósito de Dios sea llevado a cabo...
1 Co. 1:9 - Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados 2la comunión de Su Hijo, Jesucristo nuestro Señor.
Nota 1:9 2 - Esta comunión del Hijo de Dios llegó a ser la comunión que los apóstoles compartían con los creyentes (Hch. 2:42; 1 Jn. 1:3) en Su Cuerpo, la iglesia, y debe ser la comunión que nosotros disfrutamos al participar de Su cuerpo y de Su sangre en la mesa del Señor (10:16, 21). Tal comunión, la cual es llevada a cabo por el Espíritu (2 Co. 13:14), debe ser única, porque Él es único; no permite ninguna división entre los miembros de Su Cuerpo único.
Por tanto, Hechos dice que, por un lado, había unanimidad entre los discípulos, y por otro, que todos los que eran partícipes de tal unanimidad perseveraban en la enseñanza de los apóstoles (2:42). Así pues, la enseñanza de los apóstoles era factor sostenedor de la unanimidad. Si se hubiese tolerado más de una sola enseñanza, eso hubiese dañado este factor sostenedor. (Entrenamiento para ancianos, libro 7: Ser unánimes para el mover del Señor, Pág. 115)
La comunión de los apóstoles se basa en la enseñanza de los apóstoles. La comunión siempre viene después de la enseñanza. Si no hay enseñanza, la comunión no tiene elemento ni esfera. En realidad, la enseñanza es el elemento y la esfera de la comunión. Por la misericordia del Señor, hoy en el recobro del Señor nosotros estamos bajo la enseñanza de los apóstoles y en la comunión de los apóstoles. (Una presentación breve de lo que es el recobro del Señor, Pág. 41)
Según el relato neotestamentario, el liderazgo radica en la enseñanza de los apóstoles (Hch. 2:42). En 1 Timoteo 1:3-4 Pablo exhortó a Timoteo a permanecer en Éfeso a fin de que mandase a algunos que no enseñen nada que difiera de la economía de Dios. En 1 Timoteo se nos muestra que existía cierta clase de liderazgo que mandaba a las personas a enseñar las cosas apropiadas. Esto nos muestra que el liderazgo apropiado radica en la enseñanza de los apóstoles. (Entrenamiento para ancianos, libro 9: El ancianato y la manera ordenada por Dios (1), Pág. 34).
Además, tomamos este camino único para una sola meta sin diferentes enseñanzas (1 Ti. 1:3-4). Tomamos solo la enseñanza de los apóstoles (Hch. 2:42) como las sanas palabras del Señor Jesús (1 Ti. 6:3). Primera a Timoteo 1 habla de la enseñanza concerniente a la economía de Dios y el capítulo seis habla de las sanas palabras del Señor Jesús. Todas las enseñanzas de los apóstoles son para la economía de Dios, y estas enseñanzas son las sanas palabras del Señor Jesús. Los apóstoles aprendieron estas palabras del Señor y le imitaron enseñando lo mismo que El. La enseñanza de los apóstoles es la enseñanza concerniente a la economía de Dios. Tenemos que predicar y enseñar lo concerniente a las inescrutables riquezas de Cristo y a la economía neotestamentaria de Dios. En Efesios 3:8 Pablo habla de las inescrutables riquezas de Cristo como el evangelio y en el versículo 9 habla de la economía eterna de Dios. Debemos predicar y enseñar estos dos puntos. Que el Señor nos preserve en el camino único para la meta única sin opinión y sin diferentes enseñanzas. (La Manera ordenada por Dios de practicar la economía neotestamentaria, Pág. 158)
La comunión única de los apóstoles,
la cual es única y universal
para todos los miembros del Cuerpo orgánico de CristoLa comunión intrínseca de las iglesias es la comunión única de los apóstoles, la cual es única y universal para todos los miembros del Cuerpo orgánico de Cristo (Hch. 2:42). El fluir fue al principio la comunión de la vida divina de la Trinidad divina. Luego, esta comunión pasó a los apóstoles, quienes estuvieron en el primer grupo de creyentes que hubo en la tierra. Por consiguiente, este fluir se convirtió en la comunión de los apóstoles. Los primeros apóstoles estuvieron en el fluir de la vida divina. Además, en aquellos primeros días, todos los creyentes perseveraban en la enseñanza y en la comunión de los apóstoles. Solo había una enseñanza y una comunión. Los apóstoles hicieron una obra maravillosa al impartir la vida divina a la gente y al traer a las personas dentro de este fluir de la vida divina. Este fluir, esta comunión, se convirtió en la comunión de los nuevos creyentes. Su comunión era la comunión de los apóstoles, y la comunión de los apóstoles es la comunión del Dios Triuno. (La edificación orgánica de la iglesia como Cuerpo de Cristo para ser el organismo del Dios Triuno procesado y dispensador, Págs. 62-63)
- Los apóstoles enseñan lo mismo en cada iglesia, haciendo que las iglesias sean uno en vida,
naturaleza, expresión y práctica (1 Co. 4:17; 7:17; 11:16; 14:33, 36; 16:1; Rev. 1:12).
1 Co. 4:17 - Por esto mismo os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os recordará mi proceder en Cristo, de la manera que enseño en 2todas partes, en todas las iglesias.
Nota 4:17 2 - Esta expresión indica dos cosas: (1) que la enseñanza del apóstol era la misma universalmente, sin variar de un lugar a otro; y (2) que todas partes equivale a todas las iglesias, y todas las iglesias, a todas partes.
1 Co. 7:17 - Pero cada uno como el Señor le repartió, y como Dios llamó a cada uno, así ande. Así ordeno en todas las iglesias.
1 Co. 11:16 - ...Si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las 2iglesias de Dios.
Nota 11:16 2 - Aquí iglesias en plural, indica que todas las iglesias locales son independientes una de otra, y que sin embargo todas actúan de la misma manera en cuanto a la enseñanza de los apóstoles.
1 Co. 14:33 - Pues Dios no es Dios de confusión, sino de 2paz. Como en todas las iglesias de los santos.
Nota 14:33 2 - Esto indica que todas las iglesias locales deben ser iguales en cuanto a la práctica.
1 Co. 14:36 - ¿Acaso ha salido de vosotros la palabra de Dios, o 1sólo a vosotros ha llegado?
Nota 14:36 1 - Esto también indica que en la práctica una iglesia local debe seguir a las otras iglesias. Todas las iglesias locales deben someterse al orden universal del Espíritu, conforme a la palabra de los apóstoles, de quienes procede la palabra de Dios.
1 Co. 16:1 - En cuanto a la colecta para los santos, haced vosotros también 2de la manera que ordené a las iglesias de Galacia.
Nota 16:1 2 - Una vez más, esto indica claramente que todas las iglesias locales deben ser iguales en su práctica (7:17; 11:16; 14:33).
Ap. 1:12 - Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo, y vuelto, vi siete candeleros de oro.
4. La enseñanza de los apóstoles, la misma en todas las iglesias
Cuando los apóstoles enseñaban en las diversas iglesias locales, ellos enseñaban lo mismo (1 Co. 4:17; 7:17; 11:16; 14:33-34). No hay tal cosa como tener un tipo de enseñanza en un lugar y otro tipo de enseñanza en otro lugar. Los apóstoles enseñaban lo mismo en todas las iglesias. (El sonido oportuno de la trompeta y la necesidad actual, Pág. 40)
...Además, tenemos que enseñar una misma cosa en todas las iglesias de todos los países en toda la tierra. No se debe hacer sonar una trompeta diferente ni se deben proclamar cosas diferentes entre nosotros. Todos nosotros debemos proclamar una misma cosa, hacer sonar una misma trompeta y enseñar una misma cosa. Es imprescindible que seamos uno en enseñanza (1 Co. 4:17; 7:17; 16:1; Hch. 2:42; Ro. 16:17; 1 Ti. 1:3-4; 6:3; Ef. 4:13-14).
Todas las iglesias deberán ser uno también en la práctica (1 Co. 11:16; 14:33b-34). Si las iglesias no son iguales en cuanto a la práctica, ello perjudicaría la unanimidad. Si adiestramos en la manera ordenada por Dios a los que participan del entrenamiento de tiempo completo, y ellos retornan a sus iglesias donde la práctica difiere de lo que han aprendido, esto podría ocasionar problemas. Nos estaríamos contradiciendo a nosotros mismos. Espero que todos los entrenantes que retornan a sus respectivas localidades sean muy útiles allí debido a que todos estamos practicando lo mismo. (Entrenamiento para ancianos, libro 9: El ancianato y la manera ordenada por Dios (1), Págs. 19-20).
El apóstol no presentó diferentes enseñanzas a las diferentes iglesias locales. Él enseñó lo mismo en todas partes a cada iglesia, y mandó lo mismo en todas las iglesias (1 Co. 4:17; 11:16; 14:33). En Apocalipsis 2 y 3 se encuentran siete epístolas escritas por el Señor a las siete iglesias locales respectivamente, pero al final de cada epístola, dice: "El que tenga oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias" (2:7, 11, 17, 29; 3:6, 13, 22). Cada epístola es escrita a una iglesia local específica, pero tal epístola también se aplica a todas las iglesias. Esto implica que todas las iglesias, como el testimonio del Señor en el Espíritu, deben ser iguales. (El cumplimiento del propósito de Dios por el crecimiento de Cristo en nosotros, Pág. 65)
El apóstol Pablo enseñó lo mismo en todas las iglesias (1 Co. 4:17; 7:17). Esto quiere decir que todas las iglesias en todas las diferentes localidades deben ser iguales. (Entrenamiento para ancianos, libro 10: El ancianato y la manera ordenada por Dios (2), Pág. 65)
Todas estas enseñanzas son palabras de Dios en el Hijo al final de estos días (He. 1:2), las cuales deben ser enseñadas del mismo modo universalmente en cada iglesia en todas partes (1 Co. 4:17; 7:17). (El ministerio del Nuevo Testamento y la enseñanza y la comunión de los apóstoles, Pág. 22)
En 1 Corintios 4:17; 7:17 y 16:1 se nos da a entender que Pablo enseñaba a todas las iglesias una misma cosa. Todas las iglesias recibían una misma enseñanza, a saber, la enseñanza de los apóstoles. Mi deseo no es impartirles nada que provenga de mí mismo, sino que todo cuanto he ministrado se conforma por completo a la enseñanza de los apóstoles. Yo no tengo mi propia enseñanza. Mi enseñanza forma parte de la enseñanza de los apóstoles, la cual es la única enseñanza. (Entrenamiento para ancianos, libro 7: Ser unánimes para el mover del Señor, Pág. 44)
Es más, la práctica de esta unidad es según la enseñanza de los apóstoles (1 Co. 4:17b; 7:17b; 11:16; 14:34a). Los apóstoles enseñaban la misma cosa a todos los santos en todos los lugares y en todas las iglesias. (La unidad y la unanimidad según la aspiración del Señor y la vida y el servicio del Cuerpo según Su deleite, Pág. 18)
Por ser personas que velan por el bienestar de las iglesias y que son partícipes del recobro del Señor, ustedes tienen que estar plenamente apercibidos de que el recobro de la verdadera vida de iglesia es íntegra, absoluta y completamente uno solo en lo referido a enseñanza, práctica, pensamiento, hablar, esencia, apariencia y expresión. (Entrenamiento para ancianos, libro 7: Ser unánimes para el mover del Señor, Pág. 44)
Ver también (disponible solo en inglés):
- The Spirit and the Body, 2nd ed., pp. 185-186.
- El hablar del Señor para una iglesia es Su hablar para todas las iglesias (Col. 4:16; Ap. 1:11;
2:7a).
Col. 4:16 - Cuando esta carta haya sido leída entre vosotros, haced que también se lea en la iglesia de los laodicenses, y que la de Laodicea la leáis también vosotros.
Ap. 1:11 - Decía: Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias: a Éfeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, a Sardis, a Filadelfia y a Laodicea.
Ap. 2:7a, 11a, 17a, 29; 3:6, 13, 22 - El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las 3iglesias...
Nota 2:7 3 - Por un lado, cada una de las siete epístolas constituye lo que el Señor dice a cada iglesia en particular, pero por otro, constituye lo que el Espíritu dice a todas las iglesias. Cada iglesia debe prestar atención no solo a la epístola que le es dirigida en particular, sino también a todas las epístolas dirigidas a las demás iglesias.
El apóstol dejó encargado que su epístola dirigida originalmente a los colosenses fuese también leída por los laodicenses, y que la epístola que escribió a los laodicenses fuese también leída por los colosenses (Col. 4:16). Si bien las circunstancias y la condición de estas dos localidades podían haber diferido en algunos aspectos, el apóstol les dijo a los colosenses que debían enviarles a los laodicenses la epístola que él les había escrito y que, además era necesario que los colosenses leyeran la epístola escrita a los laodicenses. Quizás los laodicenses hubieran podido decirle a Pablo que la epístola dirigida a los colosenses únicamente se aplicaba a las circunstancias y la condición que imperaba en Colosas, pero que dicha epístola no se aplicaba a la condición particular de ellos. Tal vez los laodicenses recibieran gozosos la carta que Pablo les dirigió pero no mostraran interés en leer la carta que Pablo escribió a los colosenses. Los colosenses podrían haber sentido lo mismo; es decir, que si bien ellos tenían en muy alta estima las cartas que pablo les enviaba, no pensaban que lo que el apóstol escribió a los laodicenses pudiese ser aplicado a las circunstancias de su localidad ni a la condición en que se encontraban.
Afirmar que no es que rechacemos el ministerio pero que necesitamos orar para indagar cómo el Señor ha de guiarnos, parece ser una afirmación muy espiritual. Pero en realidad, éste es el mejor pretexto para encubrir la más sutil de las disensiones. No obstante, el encargo que Pablo les hizo a los santos de Colosas y de Laodicea no daba lugar a otras opciones. Así pues, todo lo que Pablo escribió no era solamente para cierta iglesia o para cierto grupo de iglesias, sino para todas las iglesias. Ya no debemos tolerar más nada que vaya en contra de este principio.
LAS IGLESIAS GENTILES LLEGARON
A SER IMITADORAS DE LAS IGLESIAS EN JUDEALas iglesias gentiles llegaron a ser imitadoras de las iglesias en Judea (1 Ts. 2:14a). Afirmar que la iglesia donde usted está debe diferir de las otras iglesias es disentir. En términos neotestamentarios, no es nada glorioso imitar a una iglesia judía. No es glorioso ser judío, pero Pablo se sintió muy feliz y alentado por el hecho de que la iglesia en Tesalónica tomó la iniciativa de imitar a las iglesias en Judea. Supongamos que las iglesias en Brasil imitasen y siguieran a las iglesias en los Estados Unidos. Quizás a algunos pueda parecerles que esto es incorrecto. Tal vez ellos sean del sentir de que las iglesias en Brasil deben permanecer diferentes de las iglesias en los Estados Unidos. Debido a la situación de ceguera imperante en nuestros días, tales personas quizás piensen que ésta es una postura espiritual. Toda iglesia local tiene la libertad de ser dirigida por el Espíritu. Esto parece ser algo muy bueno, pero en realidad equivale a disentir sutilmente y es un verdadero veneno. (Entrenamiento para ancianos, libro 7: Ser unánimes para el mover del Señor, Págs. 63-64)
Al mismo tiempo, la práctica de esta unidad también está en conformidad con lo que el Espíritu dice a las iglesias (Ap. 2:7, 11a, 17a, 29; 3:6, 13, 22). Las siete epístolas a las siete iglesias mencionadas en Apocalipsis 2 y 3 fueron palabras habladas a todas las iglesias. El que tiene oídos, para oír, que oiga. Cada epístola fue escrita a todas las iglesias. Todas las iglesias tienen la misma Biblia, y todos nosotros estamos practicando la unidad según el mismo hablar. Por último, la práctica de la unidad indica que las siete iglesias, siendo los siete candeleros, son completamente idénticas. (Ap. 1:20). Las iglesias de Dios son candeleros de oro. Aunque ellas son distintas y tienen un contenido propio, son completamente idénticas en naturaleza, forma, función y expresión. (La unidad y la unanimidad según la aspiración del Señor y la vida y el servicio del Cuerpo según Su deleite, Págs. 18-19)
Todas las siete epístolas concluyen
indicando que ellas constituyen
el hablar del Espíritu a todas las iglesiasAunque el contenido de las siete epístolas es diferente, todas terminan de la misma manera: "El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias" (2:7, 11, 17, 29; 3:6, 13, 22). Cada epístola fue escrita a una iglesia en particular localizada en un lugar específico; sin embargo, las siete epístolas concluyen de la misma manera, diciendo que lo que se escribe es lo que el Espíritu dice a todas las iglesias. Esto significa que cada una de las epístolas va dirigida a todas las iglesias, e indica que todas las iglesias deben ser iguales. Esto constituye el segundo elemento que sirve como base para que todas las iglesias pongan en práctica la unanimidad. Es imprescindible que haya unanimidad entre todas las iglesias.
... En Colosenses 4:16 Pablo escribió: "Cuando esta carta haya sido leída entre vosotros, haced que también se lea en la iglesia de los laodicenses, y que la de Laodicea la leáis también vosotros". La epístola dirigida a la iglesia en Colosas era también para la iglesia en Laodicea, y la epístola dirigida a la iglesia en Laodicea era también para la iglesia en Colosas. Por tanto, todas y cada una de las epístolas eran escritas no solamente para las iglesias a las cuales iban dirigidas, sino también para todas las demás iglesias. Esto indica que el Señor anhela que todas las iglesias sean unánimes entre sí. (Entrenamiento para ancianos, libro 10: El ancianato y la manera ordenada por Dios (2), Págs. 64-65)
B. El apóstol Pablo mezcló las iglesias en Colosas y en Laodicea como una sola al enviarles epístolas comunes a ambas.
El apóstol Pablo mezcló las iglesias en Colosas y en Laodicea como una sola al enviarles epístolas comunes a ambas (Col. 4:16). El escribió una carta a la iglesia en Colosas, y les mandó a ellos que la comunicaran a la iglesia en Laodicea. También escribió una carta a Laodicea y pidió que Laodiea la comunicara a Colosas. Es posible que a nosotros, en vez de tener esta práctica, nos guste guardar en secreto los asuntos de nuestra localidad, pero la práctica de Pablo era diferente. El quería que su carta a la iglesia en Colosas fuera leída por la iglesia en Laodicea, y que la carta que envió a la iglesia en Laodicea fuera leída por la iglesia en Colosas. (Un solo cuerpo y un solo espíritu, Págs. 22-23)
Entonces en el Nuevo Testamento también vemos una compenetración maravillosa. El Señor Jesús mezcló a todas las siete iglesias de Asia al enviarles una epístola. Pablo mezcló a las iglesias en Colosas y Laodicea al escribirles una epístola a cada una respectivamente y pidiéndoles que ambas leyeran las dos epístolas enviadas a cada una (Col. 4:16). Esto indica que a los ojos de Pablo estas dos iglesias eran una sola. Ambas debían saber lo mismo. (Puntos prácticos en cuanto a la compenetración, Pág. 25)
Ver también (disponible solo en inglés):
- 47 speakers, 1993 Blending Conference Messages Concerning the Lord's Recovery and Our Present Need, p. 48.
- The Spirit and the Body, 2nd ed., p. 186.
- La unidad del Cuerpo de Cristo (Ef. 4:4; Ef. 2:16; Ro. 12:5; 1 Co. 12:13).
Ef. 4:4 - Un Cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación.
Ef. 2:16 - Y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo Cuerpo, habiendo dado muerte en ella a la enemistad.
Ro. 12:5 - Así nosotros, siendo muchos, somos un solo Cuerpo en Cristo; y, miembros cada uno en particular, los unos de los otros.
1 Co. 12:13 - Porque en un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un solo Cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
...Con miras a tal Cuerpo, el Señor únicamente lleva a cabo una obra en esta tierra. El Nuevo Testamento nos muestra que el mover del Señor en la tierra es uno solo, y que Él posee un solo Cuerpo y un solo testimonio. Así pues, en lo referido al tiempo y al espacio, el mover neotestamentario del Señor, Su Cuerpo y Su testimonio son universales. Es imprescindible que estos tres aspectos queden grabados profundamente en nosotros. El Señor tiene un solo mover, un solo Cuerpo y un solo testimonio. (Entrenamiento para ancianos, libro 4: Otros asuntos cruciales con respecto a la práctica del recobro del Señor, Pág. 32)
No me importa qué clase de cometido usted está llevando a cabo en su localidad. No me preocupa si lo que usted hace es lo correcto o lo equivocado. Mi preocupación es que lo que usted haga tal vez cause división. Quizás usted tenga derecho a hacer tales cosas, pero el Cuerpo no podrá tragárselas; más bien, el Cuerpo escupirá o vomitará lo que usted hace. Entonces, usted sufrirá pérdida. Esto es muy serio. Tenemos que darnos cuenta de que no estamos realizando una obra cristiana ordinaria. Nuestro encargo es llevar a cabo el recobro del Señor con miras a Su único Cuerpo, que es portador de Su único testimonio. (Entrenamiento para ancianos, libro 4: Otros asuntos cruciales con respecto a la práctica del recobro del Señor, Pág. 42)
Debido a que la tierra hoy en día es tan pequeña, éste es el tiempo dorado para que los que aman al Señor manifiesten Su único testimonio, el testimonio del Cuerpo de Cristo. Aquí en esta tierra, las personas pueden ver tal testimonio entre las personas de toda raza y nacionalidad que pueblan la tierra entera. Adondequiera que usted vaya, estas personas hablan una misma cosa, ministran una misma cosa, y son portadoras de un mismo testimonio. Ya sea que usted vaya a Japón, a Hong Kong, a Londres, a la India, a Israel o al África, usted podrá ver el mismo testimonio.
Simplemente mantener este testimonio tan maravilloso es más importante que cualquier otra cosa. Aún si yo fuese un gran maestro de la Biblia y pudiese enseñar la Biblia a multitudes, dicha obra no sería tan valiosa como la de guardar tal testimonio. Aun si yo pudiese realizar una gran obra de evangelismo y traer cientos de personas al Señor, esto no sería tan valioso como guardar tal testimonio. Espero que nuestros ojos puedan ser abiertos completamente para ver qué es lo más valioso. Si tenemos una visión clara, seremos rescatados de ser distraídos por cualquier aspecto menor. Concentrarse en asuntos tales como la manera de reunirse o la realización de cualquier otra clase de obra, no es tan valioso como guardar el testimonio único. Tengo la convicción que la bendición del Señor verdaderamente reposa sobre nosotros. Muchos de nosotros podemos testificar que cuando tocamos otras cosas que no están directamente relacionadas con este testimonio, la unción no está con nosotros en la misma medida. Sin embargo, siempre que tocamos este testimonio, experimentamos una viva y rica unción y en nuestro interior "damos brincos". Esto es prueba evidente que lo que el Señor desea hoy es tal testimonio. Él ha procurado obtener tal testimonio por dos mil años, y ésta es la revelación que el Nuevo Testamento contiene y nos comunica. (Entrenamiento para ancianos, libro 4: Otros asuntos cruciales con respecto a la práctica del recobro del Señor, Págs. 43-44)
Por favor no piensen que los estoy reprendiendo, ni tampoco que les hago una advertencia o que pretenda amenazarlos con estas cosas. En realidad lo que hago es amarlos. Quiero hacerles esta exhortación amorosa debido a que todos ustedes aman el recobro. Si ustedes verdaderamente aman al recobro, deben permanecer alertas, no con respecto a otros, sino en relación con ustedes mismos. No sean engañados por el enemigo. Si ustedes aman el recobro y sienten sumo aprecio por el ministerio, tienen que saber en qué consiste la obra de recobro que el Señor realiza. El recobro no consiste en actividad alguna, sino en la realización de la economía de Dios con el fin de guardar la unidad del Cuerpo de Cristo. En esto consiste el recobro del Señor. Así pues, si abandonamos la unidad, abandonamos el recobro y nos convertiremos en otra repetición de la cristiandad de hoy. Deben permanecer alertas y vigilantes para detectar a aquél que es astuto y sutil, al diablo, quien puede acercarse a ustedes vistiendo toda clase de máscaras. Estas palabras que les dirijo están motivadas por el amor. Tal vez ustedes se pregunten a quién me refiero. Me refiero a aquellos de ustedes que abrigan tal intención de enseñar cosas que difieren del misterio de hoy. Ustedes saben y el Señor sabe si ustedes tienen tal intención. Si ustedes no abrigan tales intenciones, entonces: ¡Alabado sea el Señor! Esto está bien. Pero, tenemos que darnos cuenta de que es muy grave enseñar cosas bíblicas y buenas que difieren de la economía de Dios. (Entrenamiento para ancianos, libro 3: La manera de llevar acabo la visión, Págs. 53-54]
La clave en la práctica de la vida de la iglesia primero es la unanimidad en las iglesias locales, Segundo, la clave en la práctica de la vida de la iglesia es la unidad en el Cuerpo universal (Ef. 4:3; Jn. 17:11, 21-23). Algunos afirman con vehemencia: "Somos las iglesias locales. Cada iglesia local tiene su propia jurisdicción. No toque usted nuestros asuntos. Si usted toca nuestros asuntos, toca nuestra administración local". Decir tal cosa es separar todas las iglesias locales una de la otra. Esto es separación; no es unidad. Debe haber unidad entre las iglesias locales, y en cada iglesia local debe haber unanimidad. Entonces tendremos la bendición...
La iglesia es un solo hombre, un solo Cuerpo. Tal como un hombre no puede estar dividido en pedazos, la iglesia como el nuevo hombre no puede estar dividida en pedazos. Nuestro cuerpo físico no puede estar dividido en pedazos separados y autónomos. No podemos decir que nuestro hombro, nuestra cabeza y nuestras manos son autonomías. Todas las iglesias locales deben ser uno, y cada iglesia local debe estar en unanimidad sin opinión alguna. (Un solo cuerpo y un solo espíritu, Págs. 18-19)
Ver también (disponible solo en inglés):
- The Spirit and the Body, pp. 188-189.
- La unanimidad (Hch. 1:14; 2:46; 15:25; Ro. 15:6).
Hch. 1:14 - Todos estos perseveraban unánimes en oración, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con Sus hermanos.
Hch. 2:46 - Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan de casa en casa, comían juntos con alegría y sencillez de corazón.
Hch. 15:25 - Nos ha parecido bien, habiendo llegado a un acuerdo, elegir varones y enviarlos a vosotros con nuestros amados Bernabé y Pablo.
Ro. 15:6 - Para que 1unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
Nota 15:6 1 - La palabra griega significa con el mismo entendimiento, voluntad y propósito. Esto es ser uno en todo nuestro ser y da por resultado que seamos uno en nuestro hablar exterior. Cuando somos unánimes, hablamos la misma cosa; hablamos a una voz. Esta unidad es lo contrario de Babel, donde la división entre la humanidad hizo que su lengua fuera confundida y dividida en muchos diferentes modos de hablar (Gn. 11:7, 9). La única manera de ser unánimes y hablar a una voz es darle lugar a Cristo para que Él sea todo en nuestro corazón y nuestra boca, a fin de que Dios sea glorificado.
SER UNÁNIMES
Es imprescindible que todos nosotros seamos uno con el Señor en lo referido al pulso vital de Su nuevo mover. Por causa del nuevo mover del Señor, es menester que todas las iglesias sean unánimes. En el pasado, perdimos entre nosotros tal unanimidad, pero tenemos que esforzarnos por recobrarla y mantenerla... (Entrenamiento para ancianos, libro 9: El ancianato y la manera ordenada por Dios (1), Pág. 18).
ESTAR EN UN ACUERDO SIN OPINIONES
Las victorias de las cuales disfrutamos en el pasado se han debido en un cien por ciento a la unanimidad. Les digo esto para alentarlos. Todos tenemos que ser unánimes renunciando a nuestras opiniones. A fin de llevar a cabo el recobro del Señor, debemos renuncias a nuestras opiniones. Debemos tener plena confianza en el liderazgo. Tal vez usted sea un poco más inteligente que los que llevan la delantera o toman las decisiones; pero si expresa su opinión, ello solamente ocasionará retrasos. Quizás el camino que usted sugiere requiera solamente de veinticinco minutos, mientras el camino que se ha decidido tomar requiera de treinta y cinco minutos. Esa diferencia de diez minutos ciertamente no es tan valiosa como para permitirnos expresar nuestra opinión. Si tenemos que discutir sobre la opinión que usted tenga, es probable que lo que queremos hacer requiera de treinta minutos a dos horas más que si no lo discutiéramos. Además, tal deliberación podría incluso crear disensión o división. Hoy en día, nosotros padecemos este mal. (Entrenamiento para ancianos, libro 8: El pulso vital del mover presente del Señor, Pág. 77)
Lo que necesitamos es recuperar esta unanimidad. Si en verdad queremos ir adelante en el mover actual del Señor, necesitamos de esta unanimidad. Carece de todo significado determinar quién se halla en lo correcto y quién no; lo que verdaderamente se necesita es la unanimidad. Es necesario que seamos de una misma mente y una misma voluntad para llevar a cabo un mismo propósito con una misma alma y un mismo corazón. Filipenses nos dice que este asunto comienza a partir de nuestro espíritu (1:27); sin embargo, debemos comprender que no sólo somos personas que tienen espíritu, sino que además tenemos mente, voluntad, propósito, alma y corazón. Si compartimos un mismo espíritu, y somos de una misma alma, una misma mente y una misma voluntad, eso significa que hemos obtenido la unanimidad, la cual es la llave que nos da acceso a todas las bendiciones y legados contenidos en el Nuevo Testamento. De no ser así, simplemente repetiremos la lamentable historia del cristianismo al convertirnos en otro grupo de cristianos que cae en la misma clase de discordia. (Entrenamiento para ancianos, libro 7: Ser unánimes para el mover del Señor, Pág. 21)
En 1 Timoteo 6:3 también se hace referencia a la enseñanza que es conforme a la piedad. Ésta es la enseñanza de los apóstoles posterior a la ascensión del Señor, la cual principalmente constituye la enseñanza de Pablo. Ésta es la enseñanza de los apóstoles posterior a la ascensión del Señor, la cual principalmente constituye la enseñanza de Pablo. En 1 Timoteo 3:16 dice que el gran misterio de la piedad es Dios manifestado en la carne, lo cual es primero Cristo y después la iglesia como continuación de Cristo en su condición de manifestación de Dios en la carne. La enseñanza que es conforme a la piedad, la enseñanza del apóstol Pablo, concierne completamente a la iglesia como gran misterio de la piedad. Así pues, en 1 Timoteo 6:3 se hace referencia a las palabras del Señor en los cuatro Evangelios además de todo cuanto Él habló desde Su ascensión por medio de Sus apóstoles, lo cual abarca desde Hechos hasta Apocalipsis. Si enseñamos cualquier otra cosa que no sea lo que el Nuevo Testamento recalca, enseñamos cosas diferentes, y será difícil para nosotros ser verdaderamente uno. Si tenemos muchas enseñanzas divergentes, también tendremos prácticas diferentes, lo cual resultará en división. Entonces, será imposible disfrutar de la unanimidad, de la unidad. (Entrenamiento para ancianos, libro 7: Ser unánimes para el mover del Señor, Pág. 48)
- Tener el mismo pensamiento (Fil. 2:2; 4:2; 2 Co. 13:11; 1 Co. 1:10b).
Fil. 2:2 - Completad mi gozo, 3tened todos el mismo pensamiento, con el mismo amor, unidos en el alma, teniendo este único pensamiento.
Nota 2:2 3 - Entre los filipenses había disensión en su modo de pensar (4:2), lo cual le era una molestia al apóstol. Por tanto, Pablo les pidió que tuvieran todos el mismo pensamiento, este único pensamiento, para que completaran su gozo.
Fil. 4:2 - Exhorto a Evodia y exhorto a Síntique, que 1sean de un mismo sentir en el Señor.
Nota 4:2 1 - Esto indica que había disensión entre las dos hermanas; no tenían el mismo sentir. Es por esto que en este libro hay una exhortación a combatir con una sola alma, junto con el evangelio personificado (1:27), a estar unidos en el alma, teniendo el mismo pensamiento (2:2), y a tener el mismo sentir en la búsqueda de Cristo (3:14-15).
2 Co. 13:11 - Por lo demás, hermanos, tened gozo 2perfeccionaos, consolaos, 4tened el mismo pensamiento, y vivid en 5paz; y el Dios de amor y de paz estará con vosotros.
Nota 13:11 2 - O, completados totalmente. Es decir, reparados o ajustados, puestos nuevamente en orden, arreglados, perfectamente unidos y, por ende, restaurados. En el griego es la raíz de la palabra traducida perfeccionamiento en el v. 9 y perfeccionar en Ef. 4:12.
Nota 13:11 4 - Tener el mismo pensamiento debe de haber sido el aspecto principal en el cual los corintios distraídos y confundidos necesitaban ser perfeccionados, corregidos, puestos en orden y restaurados, tal como el apóstol les había exhortado en su primera epístola (1 Co. 1:10).
Nota 13:11 5 - En paz unos con otros, y probablemente también con Dios.
1 Co. 1:10b - ...Sino que estéis perfectamente 4unidos en un mismo sentir y en un mismo parecer.
Nota 1:10 4 - La misma palabra griega que se traduce remendar en Mt. 4:21. Significa reparar, restaurar, ajustar, remendar, completar totalmente, unir perfectamente algo que se hubiera roto. Como conjunto los creyentes corintios estaban divididos, o sea rotos. Necesitaban ser restaurados para estar perfectamente unidos a fin de que estuvieran en armonía, teniendo un mismo sentir y un mismo parecer, para hablar lo mismo: Cristo y Su cruz (vs. 17-18, 22-24; 2:2).
Lo más sabio es que todos optemos por el camino de servir a tiempo completo y que todos hablemos una misma cosa, pensemos lo mismo, presentemos lo mismo y enseñemos lo mismo, con la misma esencia, apariencia y expresión. Sólo así tendremos la moral en alto, causaremos impacto en nuestro medio y derrotaremos al enemigo. ¡Esto es lo que el Señor necesita! (Entrenamiento para ancianos, libro 8: El pulso vital del mover presente del Señor, Pág. 140)
Pablo habla en 1 Corintios 1:10 de la necesidad de estar perfectamente unidos: "Os ruego, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en un mismo sentir y en un mismo parecer." No debe haber división en el Cuerpo de Cristo (12:25a). En el Dios Triuno tenemos perfecta unidad, pues Él mismo es nuestra unidad. A pesar de que dicha unidad está en nosotros, aún así tenemos muchas opiniones y predilecciones; por lo tanto, debemos mantenernos perfectamente unidos para que no haya ninguna división en el Cuerpo de Cristo (Cinco prioridades en el Recobro del Señor, Pág. 15)
Hoy en día todavía nos falta mucho terreno por recorrer en cuanto a la propagación de las iglesias del Señor. Debemos predicar el evangelio por doquier, edificar los grupos pequeños y enseñar la verdad. Con esta meta en perspectiva, no debemos argumentar ni aferrarnos a opiniones diferentes. Debemos hablar la misma cosa, pensar lo mismo y avanzar unánimes. Las iglesias en Taiwán no deben ser las únicas en hacer esto, sino que todas las iglesias en todos los continentes por toda la tierra deben hacer lo mismo. Si lo hacemos, el poder será grande. El Señor ciertamente nos concederá una puerta abierta, pues éste es el camino que El desea que tomemos hoy. (La visión de la era, Pág. 58)
Ver también (disponible solo en inglés):
- 47 speakers, 1993 Blending Conference Messages Concerning the Lord's Recovery and Our Present Need, p. 90.
- Hablar una misma cosa (1 Co. 1:10a; Ro. 15:6).
1 Co 1:10a - Os ruego, hermanos por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que 2habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros 3divisiones...
Nota 1:10 2 - Debido a las cosas diferentes que hablaban en esa situación llena de contención, cosas que el apóstol condena en los vs. 11-12.
Nota 1:10 3 - En esta epístola el apóstol trata once problemas que había entre los creyentes en Corinto. El primero fue la división. La división casi siempre es el problema principal, y trae consigo todos los demás problemas entre los creyentes. Puede considerarse la raíz de los problemas que tienen los creyentes. Por tanto, al tratar todos los problemas de la iglesia en Corinto, el apóstol primero pone el hacha a la raíz, es decir, a las divisiones que existían entre los creyentes. La primera virtud de un andar digno del llamamiento de Dios, es guardar la unidad del Espíritu en el Cuerpo de Cristo en (Ef. 4:1-6).
Ro. 15:6 - Para que 1unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
Nota 15:6 1 - La palabra griega significa con el mismo entendimiento, voluntad y propósito. Esto es ser uno en todo nuestro ser y da por resultado que seamos uno en nuestro hablar exterior. Cuando somos unánimes, hablamos la misma cosa; hablamos a una voz. Esta unidad es lo contrario de Babel, donde hubo una división entre la humanidad, causada por la confusión con su idioma que llegó a tener una variedad de modos de hablar. (Gn. 11:7, 9). La única manera de ser unánimes y hablar a una voz es darle lugar a Cristo para que Él sea todo en nuestro corazón y en nuestra boca, a fin de que Dios sea glorificado.
HABLAR UNA MISMA COSA
Estamos aquí en pro del recobro del Señor. Yo no estoy aquí realizando mi propia obra, ni tampoco ustedes están realizando la suya. Todos nosotros portamos un mismo testimonio y todos tenemos sobre nuestros hombros los "travesaños" que sostienen el "arca". Puesto que todos portamos un mismo testimonio, todos debemos hablar una misma cosa (1 Co. 1:10). No obstante, lo que se habla en ciertos lugares lleva a los santos en una dirección que los conduce a apartarse del recobro del Señor. Tal vez las cosas que ellos enseñan no sean erradas, ni se opongan a las Escrituras. Puede ser que lo que ellos enseñan sea correcto y bíblico, pero con el tiempo, ello hará que los santos sigan una dirección equivocada...
Por experiencia sabemos que aquel que profesa una enseñanza diferente es el primero en ser sacrificado. Esto quiere decir que, si usted imparte otra enseñanza, corre el riesgo de sacrificarse a sí mismo, y no al recobro. Todos necesitamos practicar la palabra que Pablo le dio a Timoteo: "Como te exhorté, al irme a Macedonia, a que te quedases en Éfeso, para que mandases a algunos que no enseñen cosas diferentes". (1 Ti. 1:3). En vez de enseñar cosas diferentes, todos debemos hablar la misma cosa...
Todos debemos considerar lo que ministramos, predicamos y enseñamos. Esto significa que debemos cuidar a todas las iglesias. Ante el Señor, puedo testificar que eso fue lo que puse en práctica en China, y sigue siendo lo que practico hoy. Cuando estaba en China, al ministrar la palabra en alguna localidad, siempre me preguntaba de qué manera lo que yo dijera podría afectar a las otras iglesias. Me preguntaba: "¿Ocasionará esto un problema para las otras iglesias? ¿Qué efecto tendrá en ellas? ¿Podrá aceptarlo todo el recobro?" Me di cuenta de que si no sometía a tales consideraciones todo cuanto iba a decir, yo podría causar problemas. Podria decir algo que el recobro en su totalidad no habría de recibir. Podría hablar algo que otros rechazarían, pues ello sería contrario al gusto que habían desarrollado. (Entrenamiento para ancianos, libro 3: La manera de llevar acabo la visión, Pág. 143-145)
Creo que si realmente vivimos la vida de Cristo como nuestra realidad, el incremento se producirá. Debemos vivir tal clase de testimonio. Entonces todas las iglesias en toda la tierra serán portadoras del mismo testimonio y llevarán a cabo el único ministerio del Nuevo Testamento para establecer la misma iglesia neotestamentaria como el Cuerpo de Cristo. Entonces, adondequiera que las personas vayan, verán la misma cosa. Ellos verán diversas clases de personas, diversos pueblos, diversidad de rangos y diferentes sociedades, pero todos ellos reuniéndose juntos, portando el mismo testimonio y siempre hablando una misma cosa. Ellos verán personas que hablan una misma cosa en muchos idiomas diferentes y que son portadoras del auténtico testimonio de Jesús. Aun cuando seamos pocos, esto sigue siendo algo prevaleciente a los ojos de Dios. (Entrenamiento para ancianos, libro 4: Otros asuntos cruciales con respecto a la práctica del recobro del Señor, Pág. 147)
Esto fue lo que sucedió entre los corintios. Algunos decían "yo soy de Pablo", otros "yo soy de Apolos", y otros "yo soy de Pedro", y aun otros "yo soy de Cristo". Ellos exaltaron a las personas dotadas, lo cual hizo que se produjeran divisiones y contiendas entre ellos mismos. Decir "yo soy de Cristo" parecía ser propio de una persona muy espiritual, pero el apóstol condenó eso tanto como condenó decir "yo soy de Pablo", "yo soy de Apolos" o "yo soy de Cefas", debido a que esto causó división tanto como las otras tres posturas que aparentemente eran muy carnales (3:3-4). Decir tales cosas causaba división y, por ende, todas ellas fueron condenadas. Los apóstoles exhortaron a todos los corintios a hablar una misma cosa y a estar perfectamente unidos en un mismo sentir y en un mismo parecer a fin de evitar las divisiones entre ellos (1:10-11). (Entrenamiento para ancianos, libro 10: El ancianato y la manera ordenada por Dios (2), Págs. 78-79)
En 1 Corintios 1:10 dice que había divisiones entre los corintios. Ellos no hablaban una misma cosa. Igualmente, si todos hablamos cosas diferentes, habrá divisiones entre nosotros. Además, los Corintios no estaban perfectamente unidos en un mismo sentir ni en un mismo parecer; podemos comparar esto con el ejemplo de afinar un piano. El piano no tendrá un sonido armonioso si no está afinado. Podemos compararnos con un piano, donde la mente es una nota, la parte emotiva es otra nota, la voluntad es aún otra y la conciencia otra más. Si no tenemos un mismo sentir, es decir, si no estamos afinados en una misma mente y en una misma opinión, no emitiremos notas armoniosas cuando Jesús venga a "tocarnos". Debido a que nuestro sonido no es armonioso, necesitamos que el Cristo celestial nos afine. (La visión intrínseca del Cuerpo de Cristo, Págs. 98-99)
La epístola de Pablo a los corintios nos presenta más problemas que cualquier otra epístola. Podemos identificar por lo menos diez problemas que se describen en 1 Corintios, todos los cuales tenían la misma fuente, a saber, la discordia, ya que los corintios tenían opiniones divergentes y no hablaban una misma cosa (1:10). (Entrenamiento para ancianos, libro 7: Ser unánimes para el mover del Señor, Pág. 17-18)
Hoy podemos ser unánimes gracias a que tenemos una sola visión y una sola perspectiva. Todos tenemos esta única visión actualizada que ha heredado todas las visiones anteriores. Tenemos solamente un punto de vista. Hablamos lo mismo un solo corazón, a una sola voz y en un mismo tono, y servimos juntos al Señor. El resultado de esto es un poder que llega a ser nuestra moral elevada y nuestro fuerte impacto. En esto radica nuestra fuerza. Una vez que el recobro del Señor posea este poder, se producirá la gloria que viene del aumento y de la multiplicación. Hoy nuestra situación no ha alcanzado ese nivel; aún no ha llegado a la cumbre. Aunque entre nosotros no hay grandes contenciones, sí tenemos algunas pequeñas quejas y criticas. Estas cosas afectan nuestra moral. (La visión de la era, Págs. 57-58)
- El único ministerio del Nuevo Testamento (Hch. 1:17, 25; 2 Co. 4:1; Ef. 4:12; 1 Ti. 1:12).
Hch. 1:17 - Y era contado con nosotros, y se le asignó una porción de 1este ministerio.
Nota 1:17 1 - Mencionado también en el v. 25; se refiere al ministerio que lleva el testimonio de Jesús (v. 8). Aunque los apóstoles eran doce, su ministerio era solo uno: este ministerio, un ministerio corporativo conforme al principio del Cuerpo de Cristo. Todos los apóstoles tuvieron parte en un solo ministerio, el cual lleva el testimonio del Jesucristo encarnado, resucitado y ascendido, el Señor de todos.
Hch. 1:25 - Para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que se desvió Judas para irse a su propio lugar.
2 Co. 4:1 - Por lo cual, teniendo nosotros 2este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no nos desanimamos.
Nota 4:1 2 - El ministerio descrito en 2:12-3:18, es decir, un solo ministerio que todos los apóstoles de Cristo comparten. Aunque sean muchos, tienen un solo ministerio: el ministerio del nuevo pacto para el cumplimiento de la economía neotestamentaria de Dios. Todas las obras de los apóstoles tienen como fin llevar a cabo este ministerio único, es decir, ministrar a Cristo a la gente para la edificación del Cuerpo de Cristo.
Ef. 4:12 - A fin de perfeccionar a los santos para la obra del 3ministerio, para la edificación del Cuerpo de Cristo.
Nota 4:12 3 - Las muchas personas dotadas que se mencionan en el versículo anterior tienen un solo ministerio, a saber, ministrar a Cristo para la edificación del Cuerpo de Cristo, la iglesia. Este es el único ministerio en la economía del Nuevo Testamento (2 Co. 4:1; 1 Ti. 1:12).
1 Ti. 1:12 - Doy gracias al que me reviste de poder, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio.
Debido a todas las divisiones y la confusión que por varios siglos ha imperado entre los cristianos, es muy necesario recalcar que hay un solo ministerio. Lo que más daño produce entre los cristianos son las divisiones y las confusiones. Además, la causa de las divisiones y confusiones imperantes entre los creyentes es una sola: la existencia de diferentes ministerios. (Entrenamiento para ancianos, libro 1: El ministerio del Nuevo Testamento, Págs. 12-13)
LAS DIVISIONES PROVIENEN DE LOS DIFERENTES MINISTERIOS
¿Por qué razón es que, incluso en tiempos de los primeros apóstoles como Pablo y Juan, ya existían divisiones? Las divisiones empezaron a suscitarse en la iglesia a partir de la segunda mitad del primer siglo, y han continuado hasta el presente siglo. Ha habido división tras división, las cuales han causado todo tipo de confusión. ¿Por qué razón ocurren tantas divisiones? Todas ellas se deben a la diversidad de los así llamados ministerios. (Entrenamiento para ancianos, libro 1: El ministerio del Nuevo Testamento, Pág. 14)
Hay solo un ministerio que siempre edifica y perfecciona sin acarrear destrucción alguna. Solamente existe un ministerio único, el cual es justificado, recomendado, exaltado e incluso glorificado en el Nuevo Testamento. En 1 Timoteo 1:4 Pablo le dijo a Timoteo en qué deberían ocuparse los que enseñaban otras cosas diferentes: ellos debían ocuparse en la economía de Dios. A raíz de algunas conversaciones que he tenido con algunos de ustedes, hermanos, sentí en mí una profunda carga y decidí rápidamente convocar a esta reunión para este entrenamiento. No quisiera ver al recobro destruido por el hecho de que algunos enseñen cosas diferentes. Comprendo la verdadera situación. El Señor me cubra. Ustedes quizás no sepan de lo que estoy hablando porque no conocen todos los hechos. Después de conversar con algunos de ustedes quedé asombrado por un factor terrible. Me percaté de que algunos de ustedes iban a enseñar cosas diferentes que causarían problemas y divisiones. Solamente hay un ministerio que siempre edifica y jamás destruye: el ministerio de la economía de Dios. (Entrenamiento para ancianos, libro 3: La manera de llevar a cabo la visión, Pág. 50)
En cuanto a su administración, las iglesias pueden diferir de una localidad a otra, pero su testimonio debe seguir siendo el mismo, pues todas ellas conforman un solo Cuerpo bajo un solo ministerio y el único mover del Señor. Ésta es la carga que deseo comunicarles en este capítulo. Espero que esto quede grabado en ustedes.
La razón por la cual he querido compartirles esto ahora es la siguiente: en el recobro del Señor en toda la tierra se han manifestado ciertas señales que son indicio de que existe el concepto de que las iglesias en regiones diferentes bajo ciertas clases de obra tienen la libertad de ser diferentes... (Entrenamiento para ancianos, libro 4: Otros asuntos cruciales con respecto a la práctica del recobro del Señor, Pág. 35)
Tengo que testificar que verdaderamente siento inmenso aprecio por el único mover del Señor que se lleva a cabo mediante el único ministerio a fin de producir el único Cuerpo de Cristo que es portador del único testimonio de Jesús, el cual consiste en la economía neotestamentaria de Dios. Cuanto más consideramos esto, más sentimos que es maravilloso y excelente que hoy en día, en esta tierra, pueda existir entre nosotros semejante realidad. (Entrenamiento para ancianos, libro 4: Otros asuntos cruciales con respecto a la práctica del recobro del Señor, Pág. 43)
Más aún, debemos abandonar completamente la idea de que existen regiones separadas entre nosotros. Quizás, en cierta área o región, surja un hermano que adquiera cierta prominencia. Cuando este hermano se mude a otra área, no debiera haber ningún problema; no obstante, se han suscitado problemas en el pasado. Tenemos que abandonar el proceder según el cual tenemos regiones separadas en la obra del Señor. Incluso sería bueno que algunos que han estado en cierta región por mucho tiempo se muden a otra región. En el recobro del Señor, debe haber únicamente una sola obra que forme parte de un único mover con un único ministerio para la edificación del Cuerpo, el cual es uno solo. (Entrenamiento para ancianos, libro 9: El ancianato y la manera ordenada por Dios (1), Pág. 19).
En el recobro del Señor hay solo un ministerio. Si usted dice que el ministerio es mi ministerio, debe decirlo con la comprensión de que lo que yo ministro es el ministerio del Nuevo Testamento. El ministerio del Nuevo Testamento fue encargado por el Señor Jesús a Sus doce Apóstoles y luego a Pablo y sus colaboradores. El hermano Nee tenía un entendimiento claro de que había únicamente un solo ministerio. El ministerio de la economía de Dios en el Nuevo Testamento es uno. Todos los que sirven, los ministros, deben participar del mismo ministerio. (La manera ordenada por Dios de practicar la economía neotestamentaria, Pág. 174)
Todos debemos aprender esta lección sobria y estar alerta para no desviarnos del ministerio neotestamentario. Pues si hacemos algo nuevo, algo diferente, algo ajeno a este ministerio único, estaremos fuera en cuanto lo que es el recobro del Señor. En realidad, el recobro del Señor consiste en traernos de regreso al ministerio único del Nuevo Testamento. (Entrenamiento para ancianos, libro 1: El ministerio del Nuevo Testamento, Pág. 74)
La única manera en que podemos ser resguardados en el recobro es permanecer en el único ministerio. Si decimos que somos partícipes del recobro, y aún así, enseñamos otras cosas con tanta ligereza e, incluso, de una manera velada, ello ciertamente difiere de la economía de Dios y estaremos sembrando la semilla que dará como fruto la división. Por tanto, la única manera de ser resguardados en la unidad eterna es que todos enseñemos una misma cosa en conformidad con la economía de Dios. Esta clase de enseñanza se llama el ministerio del Nuevo Testamento, el ministerio del nuevo pacto. El ministerio del nuevo pacto consiste únicamente en ministrar al propio Dios Triuno, quién pasó por un proceso a fin de que El sea impartido a Sus escogidos como vida y como suministro de vida para producir los miembros de Cristo y así formar el Cuerpo para expresar al Dios Triuno. En esto consiste la economía del Nuevo Testamento. Enseñar cualquier otra cosa, aún cuando sean cosas buenas y bíblicas, que se aparte aunque sea un poco de la economía neotestamentaria de Dios, redundará en divisiones, las cuales serán muy útiles a nuestro sutil enemigo, el maligno. Por tanto, es imprescindible que estemos alerta. (Entrenamiento para ancianos, libro 3: La manera de llevar a cabo la visión, Pág. 55)
- La única obra con la única meta es: la edificación del Cuerpo de Cristo (Ef. 4:12; 1 Co. 15:58;
1 Co. 16:10).
Ef. 4:12 - A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la 4edificación del Cuerpo de Cristo.
Nota 4:12 4 - Según la construcción gramatical, la obra del ministerio es la edificación del Cuerpo de Cristo. Todo lo que las personas dotadas mencionadas en el v. 11 hagan como obra del ministerio, debe tener como fin la edificación del Cuerpo de Cristo. Sin embargo, esta edificación no es llevada a cabo directamente por las personas dotadas, sino por los santos que han sido perfeccionados por ellos.
1 Co. 15:58 - Así que, hermanos míos amados, estad firmes e inconmovibles, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que vuestra labor en el Señor no es en vano.
Y si llega Timoteo, mirad que esté con vosotros sin temor, porque él hace la obra del Señor así como yo.
No debemos tener el concepto de que podemos hacer una obra específica según nuestra propia manera en el recobro. Tal vez seamos muy dotados y tengamos una gran capacidad para producir algo. Pero lo que produzcamos puede ser lo mismo que produzcan las personas del mundo al realizar cierta empresa. Nosotros tenemos que entender que en el recobro del Señor hay una sola obra. (Una presentación breve de lo que es el recobro del Señor, Pág. 42)
De hecho, en este Cuerpo, el cual es uno solo y único, no hay diferencia entre judío y gentil. Todas las diferencias han desaparecido por completo en el Cuerpo. En el Cuerpo no hay regiones, ni tampoco hay judíos ni griegos... (Entrenamiento para ancianos, libro 4: Otros asuntos cruciales con respecto a la práctica del recobro del Señor, Pág. 32)
Si intentamos justificarnos a nosotros mismos con lo que hacemos, esto no tiene valor alguno. ¿Estamos acaso en esta tierra realizando diversas obras en diferentes regiones y manifestando así diferentes colores y sabores? Si hacemos esto y, al mismo tiempo, decimos que estamos en pro del recobro del Señor, entonces ¿qué clase de recobro es este? Hablando francamente, quisiera decirles que ninguna obra nos pertenece. La obra en California no es mía, la obra en Texas tampoco pertenece a los hermanos tejanos ni la obra en el noroeste de este país pertenece a los hermanos que laboran allí. La obra es la única obra, la obra del Señor (1 Co. 15:58; 16:10). (Entrenamiento para ancianos, libro 4: Otros asuntos cruciales con respecto a la práctica del recobro del Señor, Págs. 54-55)
Laborar de tal modo que se evita mezclar
la obra de uno con la de los demásEn el pasado también existía otro factor escondido que consistía en laborar de tal modo que se evitaba mezclar la obra de uno con la de los demás. El Nuevo Testamento nos revela que la obra que Pedro realizó para el Señor, llevada a cabo principalmente en tierras judías, y la obra de Pablo, llevada a cabo principalmente en el mundo gentil, eran ambas en beneficio del único Cuerpo de Cristo, sin ninguna distinción o separación. Ellos fueron uno en lo referido a llevar a cabo la economía neotestamentaria de Dios. El efecto de la obra de Pedro se dejó sentir en Corinto (1 Co. 1:12), y Pablo fue a Jerusalén a tener comunión con los apóstoles y ancianos allí (Hch. 15:2, 4; 21:17-20a). Esta clase de comunión, como la circulación de la sangre en nuestro cuerpo, contribuye a la circulación de la vida divina en el Cuerpo de Cristo. Dicha comunión mezcla las diferentes partes de nuestra labor para el recobro del Señor hasta que todas ellas forman parte de un solo y único mover. Si en nuestra obra carecemos de esta clase de comunión, esto podría desarrollarse hasta constituir otro factor causante de división. (Entrenamiento para ancianos, libro 10: El ancianato y la manera ordenada por Dios (2), Págs. 21-22)
Hay solo un camino. Todas las cosas espirituales son una. Hay un solo Dios, un solo Señor, un solo Espíritu, una sola iglesia, un solo Cuerpo, un solo testimonio, un solo camino, un solo fluir y una sola obra. Si usted no toma este camino, no hallará ningún otro. (La visión de la era, Pág. 54)
- Servir en el único fluir del mover del Señor (Ap. 22:1; Ez. 47:1; Hch. 15:39).
Ap. 22:1 - Y me mostró un río de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero, en medio de la calle.
Ez. 47:1 - Y me hizo volver luego a la entrada de la casa; y he aquí aguas que salían de debajo del umbral de la casa hacia el oriente; porque la fachada de la casa estaba al oriente; y las aguas descendían de debajo, hacia el lado derecho de la casa, al sur del altar.
Hch. 15:39 - Y hubo un 1agudo conflicto entre ellos, hasta el punto que se separaron el uno del otro; Bernabé, tomando a Marcos, navegó a Chipre.
Nota 15:39 1 - Bernabé y Pablo eran hombres que habían entregado sus vidas por el nombre del Señor (v. 26), pero inmediatamente después de su victoria al contender por la fe contra la herejía respecto a la circuncisión, surgió entre ellos un conflicto tan severo acerca del pariente de uno de ellos, que se separaron. La responsabilidad por este problema debe recaer en Bernabé, porque después de este incidente ya no vuelve a ser mencionado en la crónica divina de Hechos tocante el mover del Señor en la economía neotestamentaria de Dios...
El Señor me mostró que en el libro de Hechos la corriente de la obra del Señor, del Espíritu Santo, es una sola. Me mostró que en el libro de Hechos había una sola línea en el mapa, la cual empezó en Jerusalén y que fue a Antioquia, y de allí a Asia, y de allí a Europa. Vi que nunca han existido dos corrientes, sino una sola. Le dije al Señor: "Señor, te doy gracias. Nunca pueden existir dos corrientes de Tu Obra en China. Si se ha hecho algo por el bien de Ti, o por Ti o mediante Ti en el norte de China, debe ser primero que yo vaya a Shanghai para ser mezclado en una sola corriente, para que de allí algo fluya al norte de China. Así que, habrá una sola corriente". (La corriente divina, Págs. 13-14)
En 1934, después de haber estado en Shangai por casi cuatro meses, el hermano Nee me dijo: "Witness, nosotros los colaboradores creemos que debes traer a tu familia a Shangai para que nosotros podamos estar juntos en la obra. Preséntale este asunto al Señor, y ve cómo el Señor te ha de dirigir". Yo acepté sus palabras y llevé el asunto al Señor. Entonces vi que en el libro de Hechos hubo solo un solo fluir, una sola corriente. Empezó en el trono de gracia y descendió a Jerusalén. De Jerusalén salió el fluir y fue a Samaria y luego a Antioquía. De Antioquía siguió hacia el occidente, a Asia Menor y a Europa. El libro de Hechos muestra que sólo había un fluir del mover del Señor sobre la tierra. No hay ningún relato de de ninguna obra fuera de esta corriente. Cuando Bernabé se separó se Pablo (Hch. 15:39-41), no se relató nada más de su obra en el libro de Hechos. Después de este incidente, él no aparece más en la narración divina de Hechos acerca del mover del Señor en la economía neotestamentaria de Dios.
El Señor me mostró claramente que la corriente, el fluir, de la obra del Señor en China debía ser una sola. Si el Señor iba a hacer algo en el norte, yo tendría que meterme al fluir que había en Shangai al Sur. Luego, con el tiempo, ese fluir saldría hacia el norte desde Shangai. Con base en esta revelación, tome la decisión de irme a Shangai a la obra con el hermano Nee. (La historia de la iglesia y de las iglesias locales, Pág. 147)
La expresión de Cristo está en la unidad del Espíritu de Su Cuerpo (Ef. 4:3-4). Sin el Espíritu no podemos tener la unidad. Esta expresión también está en la comunión del Espíritu y participa en el fluir único del Dios Triuno (1 Jn. 1:3; 2 Co. 13:14). Existe un solo Dios Triuno y una sola comunión, un solo fluir del Espíritu. La expresión de Cristo está en el mover único de Dios para el cumplimiento de Su economía única (Ef. 1:10; 1 Ti. 1:4b) y en la compenetración única en la vida de Cristo con miras a Su testimonio único en el universo (1 Co. 12:24). Todo debe ser uno solo. Si solamente las iglesias del distrito de usted se compenetran, esto no es la compenetración única, sino una compenetración selectiva, o sea, una secta. (Los diez "unos" extremadamente cruciales para la edificación del Cuerpo de Cristo, Pág. 58)
El Señor abrió los ojos de mi entendimiento para que yo me percatase de que, como les dije en el pasado, en la Biblia, y especialmente en el Nuevo Testamento, hay únicamente una corriente que fluye desde el trono (Ap. 22:1). En Pentecostés, esta corriente comenzó a fluir desde Jerusalén, por Samaria y llegó hasta Antioquía, Desde allí, la corriente se dirigió hacia Asia Menor, a Europa Oriental, a Roma y, probablemente, también a España, región que, en aquel entonces, era considerado como lo último de la tierra. Había una sola corriente. No es posible distinguir dos corrientes en el libro de los Hechos.
Bernabé era un hermano excelente, que incluso trajo a Saulo de Tarso a su ministerio (Hch. 11:25-26). Al inicio Bernabé tomó la iniciativa. Sin embargo, el Espíritu nos relata que, durante el primer viaje, Pablo comenzó a tomar la iniciativa y el Espíritu comenzó a referirse a él como Pablo, ya no como Saulo (13:9). Este cambio de nombre quizá indique un cambio de vida. A partir de entonces, Pablo, lleno del Espíritu Santo, llevó la delantera en el ministerio apostólico, y Bernabé aceptó esto. Bernabé era uno con Pablo respecto a ir a Jerusalén para esclarecer el problema suscitado en cuanto a la circuncisión. Inmediatamente después que se logró esclarecer tal situación mediante una declaración conjunta a todas las iglesias, se suscitó una disputa entre Bernabé y Saulo (15:35-39). Esta disputa no fue en torno a un asunto de gran importancia, sino en torno a un asunto menor. Ellos no se separaron debido a alguna diferencia de opinión con respecto a la fe o a la autoridad de Cristo. Su separación ocurrió con respecto a un asunto menor, un asunto personal e íntimo. Bernabé quería llevar consigo a su sobrino Marcos en el siguiente viaje, y Pablo se opuso a ello. Para nosotros, éste es un asunto menor, pero después que Bernabé, junto con Marcos, dejo a Pablo, ya no se vuelve a escuchar de él en el relato sobre el mover del Señor que encontramos en el libro de Hechos. La razón para esto fue que lo único que le importa al Señor es la corriente única.
Yo pude percibir claramente este asunto en 1933, cuando el hermano Nee me pidió que me uniera a él en la obra en Shanghái. En aquel tiempo, yo venía realizando una obra en el norte de China, la cual era muy prevaleciente y promisoria en respecto a la enseñanza de la Biblia. Pero, debido a que mis ojos fueron abiertos, yo le dije al Señor que iría a Shanghái a unirme al hermano Nee y a la obra. Me pude dar cuenta de que la corriente del Señor, Su único fluir, sobre esta tierra siempre ha sido uno solo. Si el norte de China habría de ser conquistado por el Señor, Él ciertamente habría de hacerlo mediante esta única corriente. Yo tenía que zambullirme en esta corriente, a fin de ser uno con esta corriente para dejar que el Señor fluyera. (Entrenamiento para ancianos, libro 7: Ser unánimes para el mover del Señor, Pág. 87-88)
El hermano Lee recalcaba estos diez principios bíblicos: la unicidad de la enseñanza y comunión de los apóstoles, que la enseñanza de los apóstoles fuera igual en cada iglesia, que la palabra del Señor dirigida a cierta iglesia era Su Palabra para todas las iglesias, la unidad del Cuerpo de Cristo, la unanimidad, tener el mismo pensamiento, hablar lo mismo, el único ministerio del Nuevo Testamento, la obra única, la meta única y servir en el fluir único del mover del Señor. Él recalcó éstos porque se enteró de que cada factor es crucial para preservar la unidad en el recobro del Señor.
Debemos recordar siempre que estamos en el recobro del Señor y que Su recobro es único. No existe otro recobro, así como no existe otro Cuerpo de Cristo ni otro Nuevo Testamento. La comunión de los apóstoles es la comunión de este único recobro del Señor....
No debemos pensar que podemos realizar en el recobro del Señor una obra particular, conforme a nuestra propia manera de hacer las cosas. Tal vez seamos muy dotados y tengamos una gran capacidad para realizar lo que queremos; pero es posible que lo que logremos sea lo mismo que hacen las personas del mundo al llevar a cabo sus empresas. Debemos darnos cuenta de que en el recobro del Señor existe una sola obra.
Cuando vine al recobro, comprendí lo que era el recobro y que éste era uno solo. La persona de entre nosotros que llevó el recobro a China fue el hermano Watchman Nee. Si yo no hubiera tomado el camino del recobro, habría podido llevar adelante una obra en el norte de China, pero desistí de eso. Comprendí plenamente que el Señor tiene un solo Cuerpo, una sola obra, una sola Biblia, una sola revelación y una sola corriente, un solo fluir, en una sola comunión. En aquel entonces el hermano Nee estaba siendo usado por el Señor. Yo nunca intenté hablar nada distinto de lo que él enseñaba. Esto no quiere decir que yo no tuviera otras enseñanzas, pero en lo que hablaba siempre seguía lo que hablaba el hermano Nee, a fin de guardar la única comunión que hay en el único recobro del Señor. Sentía que era una gloria participar en el recobro de una manera tan subjetiva junto con el hermano Nee. Agradezco al Señor por tener misericordia de mí y ayudarme a escoger lo mejor. En la bendición que Moisés dio en Deuteronomio 33, encontramos la expresión lo mejor (vs. 13-16). Me doy cuenta de que a través de los años que he estado en el recobro, el Señor me ha dado lo mejor. Esto se debe a Su misericordia, que me trajo y me ha guardado en Su recobro todos estos años. Mientras seamos resguardados en el camino del Señor, seremos guardados en la unidad de la única comunión. Hay un solo Señor, un solo Cuerpo, una sola Biblia, una sola revelación divina, un solo oráculo, un solo recobro, una sola comunión y una sola forma de practicar el recobro. (Entrenamiento para ancianos, libro 10: El ancianato y la manera ordenada por Dios (2), Págs. 131-133)
B. El deber de los colaboradores de preservar las iglesias de las enseñanzas diferentes
Además, queda más que claro en el Nuevo Testamento que aquellos que llevan la delantera en la obra tienen la posición y aún la obligación de exhortar, ajustar, mandar, amonestar y advertir a los santos de la devastación que causan las enseñanzas diferentes, incluso las desviaciones en los principios bíblicos anteriormente mencionados (1 Ti. 1:3-4; Ro. 16:17; 1 Co. 4:14b; 1 Co. 11:17a; Ef. 4:14; 2 Ts. 3:6; 1 Ti. 6:3-5a; 2 Ti. 1:13; 2:2; 3:5; 3:14; 4:2b; 1 P. 5:1; Jud. 1:3).
1 Ti. 1:3-4 - [3] Como te exhorté, al irme a Macedonia, a que te quedases en Éfeso, para que mandases a algunos que no enseñen 3cosas diferentes, [4] ni presten atención a mitos y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que la economía de Dios que se funda en la fe.
Nota 1:3 3 - ... Ahora, desde 1 Timoteo hasta Filemón, se presenta una revelación detallada de la práctica de la iglesia. Esto se relaciona con la administración y con el pastoreo de una iglesia local. Para esto, lo primero que se necesita es terminar con las enseñanzas diferentes por parte de los disidentes, las cuales distraen a los santos de la línea central y de la meta final de la economía neotestamentaria de Dios (vs. 4-6). Las enseñanzas diferentes mencionadas en los vs. 3-4, 6-7; 6:3-5, 20-21 y las herejías en 4:1-3, son la semilla, el origen, de la degradación, la decadencia y el deterioro de la iglesia tratados en 2 Timoteo.
Ro. 16:17 - Ahora bien, os exhorto, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la enseñanza que vosotros habéis aprendido, y que os 2apartéis de ellos.
Nota 16:17 2 - En el cap. 14 Pablo era liberal y afable con respecto a recibir a los que mantenían doctrinas o prácticas diferentes. No obstante, aquí es inflexible y resuelto al decir que debemos apartarnos de los que disienten, que causan divisiones y tropiezos. En ambos casos el motivo es la preservación de la unidad del Cuerpo de Cristo a fin de que tengamos la vida normal de la iglesia.
1 Co. 4:14b - ... Escribo esto... para amonestaros como a hijos míos amados.
1 Co. 11:17a - Pero al anunciaros esto que sigue ...
Ef. 4:14 - Para que ya no seamos niños sacudidos por las olas y zarandeados por todo 3 viento de enseñanza en las 4artimañas de los hombres en astucia, con miras a un 5sistema de error.
Nota 4:14 3 - Cualquier enseñanza, aunque sea bíblica, que distraiga a los creyentes de Cristo y la iglesia, es un viento que desvía a los creyentes del propósito central de Dios.
Nota 4:14 4 - La palabra griega que se traduce artimañas se refiere a las trampas que hacen los jugadores de dados. Astucia denota los trucos empleados por los tahúres. Las enseñanzas que llegan a ser vientos, alejando a los creyentes de la línea central de Cristo y la iglesia, son engaños instigados por Satanás en su sutileza, con las artimañas de los hombres, a fin de frustrar el propósito eterno de Dios, el cual es edificar el Cuerpo de Cristo.
Nota 4:14 5 - Las enseñanzas divisivas son organizadas y sistematizadas por Satanás para causar errores serios y así dañar la unidad práctica de la vida del Cuerpo. Las artimañas vienen de los hombres, pero el sistema de error viene de Satanás y está relacionado con las enseñanzas engañosas que son diseñadas por el maligno para distraer a los santos, alejándolos de Cristo y de la vida de la iglesia.
2 Ts. 3:6 - Ahora bien, os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según las instrucciones que os fueron entregadas y que recibisteis de nosotros.
1 Ti. 6:3-5a - [3] Si alguno enseña cosas diferentes, y no se conforma a las sanas palabras, las de nuestro Señor Jesucristo, y a la enseñanza que es conforme a la piedad, [4] está 1cegado por el orgullo, nada sabe, y 2padece la enfermedad de cuestiones y disputas acerca de palabras, de las cuales nacen envidias, contiendas, 3calumnias, malas sospechas, [5] 1constantes altercados entre hombres corruptos de entendimiento...
Nota 6:4 1 - ...Las enseñanzas que difieren de las sanas palabras del Señor siempre resultan del orgullo y del engreimiento del hombre, los cuales lo ciegan.
Nota 6:4 2 - Cuestionar y contender acerca de palabras es una enfermedad. Aquí enfermedad está en contraste con sanas del v. 3.
Nota 6:4 3 - Lit., blasfemias; se refiere aquí, como en Col. 3:8, a calumnias e injurias contra el hombre, no a blasfemias contra Dios.
Nota 6:5 1 - O, peleas incesantes.
2 Ti. 1:13 - Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y el amor que son en Cristo Jesús.
2 Ti. 2:2 - Lo que has oído de mí mediante muchos testigos, esto confía a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.
2 Ti. 3:5 - Que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; de éstos apártate.
2 Ti. 3:14 - Pero persiste en 2lo que has aprendido y de lo que está convencido, sabiendo de quienes has aprendido.
Nota 3:14 2 - Las cosas que Timoteo aprendió del apóstol y de las cuales tenía certeza, formaron la porción vital del contenido del Nuevo Testamento, una porción que completó la revelación divina (Col. 1:25). Así que, él tenía una comprensión práctica de gran parte del Nuevo Testamento.
2 Ti. 4:2b - ... convence, reprende, exhorta con toda longanimidad y enseñanza.
1 P. 5:1 - Por tanto exhorto a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que ha de ser revelada.
Jud. 1:3 - Amados, poniendo toda diligencia en escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos a que contendáis ardientemente por la fe que ha sido transmitida a los santos una vez para siempre.
El liderazgo es producido, fortalecido y también limitado, restringido, en la enseñanza de los apóstoles. En 1 Timoteo 1:3-4 Pablo mandó a Timoteo que se quedara en Éfeso para cumplir cierta cosa con un propósito definido. Estaba allí para mandar a los disidentes que no enseñaran cosas diferentes a la economía de Dios en fe. Él tenía que mandar a éstos que no enseñaran cosas diferentes a la enseñanza de los apóstoles, la cual trata de la economía neotestamentario de Dios de dispensar al Dios Triuno procesado en Su pueblo escogido y redimido a fin de que Cristo tenga un Cuerpo para expresarse y que el Dios Triuno tenga una expresión completa y eterna en la Nueva Jerusalén. Cualquier ministro que predica o enseña debe llevar a cabo tal ministerio. Si no, ese predicador o ese ministro debe ser limitado. Pablo tenía la autoridad de mandar a las personas que no enseñaran de manera diferente a la economía de Dios. Timoteo había de decir a todos esos disidentes que su manera de enseñar tenía que ser restringida y corregida. Primera a Timoteo nos muestra que existía cierto liderato que encargaba a la gente a enseñar lo correcto...
Pablo, en su obra en el ministerio neotestamentario, ejerció el liderato para corregir a los que enseñaban erróneamente, y Juan ejerció su liderato para encargar a los creyentes a no recibir a los que enseñaban herejía, lo cual no estaba de acuerdo con la enseñanza de los apóstoles. Los apóstoles que participaban en el ministerio de la economía neotestamentaria sí ejercían cierto liderato. (La Manera ordenada por Dios de practicar la economía neotestamentaria, Págs. 178-179)
NO ENSEÑAR COSAS DIFERENTES
Es por este motivo que Pablo, después de muchos años de laborar con sus colaboradores y al enfrentar un medio en el que imperaba la confusión, tuvo que escribir su primera epístola a Timoteo. Esta epístola en su totalidad es una vacuna. Después que la iglesia cristiana fue establecida, muchas sustancias venenosas, una tras otra, le fueron inyectadas. Así que, Pablo, al final de su ministerio, en sus últimos escritos, escribió 1 Timoteo para vacunar a la iglesia contra tales venenos. Sin embargo, al dar inicio a su epístola, Pablo no parecía estar abordando un tema de tan graves consecuencias: "Como te exhorté, al irme a Macedonia, a que te quedases en Éfeso, para que mandases a algunos que no enseñen cosas diferentes" (1:3). Esta frase: "que no enseñen cosas diferentes", parece ser una frase muy simple. Si usted se limita a leer esta frase, no percibirá cuán serio es enseñar cosas diferentes. Quizás no pensemos que esto sea algo muy grave, pero en realidad éste es un asunto serio en extremo, puesto que al enseñar cosas diferentes matamos a las personas. Enseñar cosas diferentes es algo que derriba el edificio de Dios y anula la economía de Dios en su totalidad. Todos nosotros tenemos que percatarnos de que incluso al enseñar cosas diferentes en pequeña medida, estamos destruyendo el recobro. Existe un proverbio que dice así: "Con una sola frase se puede edificar una nación o destruirla". No es necesario que para ello usted dé mensajes enteros. Basta con que usted haga una afirmación en la cual usted comunique a los demás sus propios conceptos, para que ello derribe todo lo edificado. Tenemos que percatarnos de que esta clase de ministerio es "nefasto". Así pues, sus palabras pueden edificar o derribar. Es posible que sus palabras destruyan, maten y anulen. (Entrenamiento para ancianos, libro 3: La manera de llevar a cabo la visión, Págs. 48-49)
NO BASTA CON QUE NUESTRAS ENSEÑANZAS SEAN BÍBLICAS
Nuestra paz y seguridad respecto de lo que enseñamos no debiera basarse en que enseñamos cosas bíblicas; no está todo bien debido a que sus enseñazas producen división. Incluso sus enseñanzas correctas generan división. Todos tenemos que darnos cuenta de que, en términos generales, las diferentes denominaciones en realidad no enseñan nada que sea, de por sí, errado. Todas las denominaciones procuran y se esfuerzan por enseñar lo que es correcto o bíblico. No obstante, el resultado final es que el Cuerpo de Cristo ha sido despedazado. Ciertamente damos gracias al Señor por los miles de misioneros que fueron a China. Ellos trajeron la Biblia, el evangelio y el nombre del Señor a China, y ellos hicieron que un número considerable de elegidos de Dios experimentaran la salvación de Cristo. Por medio de ellos, personas tan conservadoras y tan aferradas a sus viejas tradiciones como las de China, estuvieron dispuestas a recibir las cosas del Señor. Nadie puede negar esto. Por otro lado, hubo algunos misioneros que fueron a China para enseñar cosas diferentes, conforme a sus propios conceptos. Como resultado, ellos trajeron divisiones que despedazaron el Cuerpo de Cristo en China, creando heridas incurables. ¡Esta situación es terrible! Ellos hicieron algo correcto. Ellos predicaron las cosas correctas, pero el resultado final fue terrible. ¿Quién es responsable por esto? El maestro que enseñó cosas correctas y creó una división. ¡Esto es terrible! (Entrenamiento para ancianos, libro 3: La manera de llevar a cabo la visión, Págs. 51-52)
Por experiencia sabemos que aquel que profesa una enseñanza diferente es el primero en ser sacrificado. Esto quiere decir que, si usted imparte otra enseñanza, corre el riesgo de sacrificarse a sí mismo, y no al recobro. Todos nosotros debemos practicar lo que Pablo le dijo a Timoteo: "Como te exhorté, al irme a Macedonia, a que te quedases en Éfeso, para que mandases a algunos que no enseñen cosas diferentes" (1 Ti. 1:3). En lugar de enseñar cosas diferentes, todos debemos hablar una misma cosa. (Entrenamiento para ancianos, libro 3: La manera de llevar a cabo la visión, Pág. 144)
Se prohíben enseñanzas diferentes
En 1 Timoteo 1:3 Pablo exhortó a Timoteo a que se quedase en Éfeso, para que mandase a algunos que no enseñasen cosas diferentes. Enseñar cosas diferentes significa enseñar algo diferente de la enseñanza de los apóstoles, es decir, enseñar cosas aparte de la economía neotestamentaria de Dios (1 Ti. 1:4). Esto quiere decir que todos los que enseñan deben enseñar la misma cosa en todas las iglesias conforme a la enseñanza de los apóstoles. Por supuesto, esto también quiere decir que todas las iglesias deben ser uno en sus enseñanzas. (The Intrinsic Problem in the Lord's Recovery Today and Its Scriptural Remedy, p. 32)
Si deseamos entender 1 Timoteo, primero debemos comprender el contexto en el cual fue escrito este libro. En Hechos 20 vemos que Pablo, mientras iba camino a Jerusalén, hizo llamar a los ancianos de la iglesia en Éfeso y les habló unas palabras solemnes y cruciales. Les recordó cómo por tres años él estuvo con ellos y no rehuyó anunciarles todo el consejo de Dios (vs. 20, 27, 31). Esto significa que Pablo les explicó de una manera plena y cabal la revelación de Dios contenida en el Nuevo Testamento. Luego les dijo: Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño" (v. 29). Los lobos aquí se refieren a los creyentes judaizantes, quienes hacían una obra dañina en la iglesia, hablando palabras malsanas. Las palabras malsanas son palabras venenosas, o sea palabras que matan. Los que hablaban estas palabras malsanas destruían a los hombres y los envenenaban en vez de suministrarles vida; en este sentido, ellos eran como lobos. En Juan 10 el Señor dijo que Él era el buen Pastor y que había venido para dar Su vida a fin de que el hombre pudiera tener la vida divina (vs. 10-11). También dijo que el lobo no viene para dar vida sino para arrebatar y dispersar a las ovejas (v. 12). Por consiguiente, todo aquel que causa daño y destrucción en la iglesia, es un lobo. Externamente, aquellos que enseñan cosas diferentes forman parte del pueblo de Dios, pero las enseñanzas diferentes que ellos trasmiten no son sanas. El hecho de que la enseñanza no sea sana significa que no suministra vida a los hombres, lo cual causa daño y destruye. Esto se puede comparar con los alimentos que comemos: si la comida no es saludable, nos perjudicará. Si comemos alimentos que no sean saludables, no sólo no nos beneficiarán, sino que perjudicarán nuestro cuerpo e incluso podrán matarnos. (La visión de la era, Págs.. 61-62)
Es crucial que los colaboradores lleven la responsabilidad de proteger a las iglesias contra la incursión de las enseñanzas diferentes, porque el liderato neotestamentario radica primordialmente en la enseñanza y la comunión de los apóstoles. Los colaboradores llevan a cabo su responsabilidad mediante su enseñanza y comunión con los ancianos y los santos en las iglesias.
C. La responsabilidad de los ancianos de proteger el rebaño
En "Análisis y respuesta" fue descartada la palabra de los apóstoles a los ancianos en los versículos 1 Pedro 5:2 y Hechos 20:28-29, diciendo que únicamente se relacionaran con "el pastoreo de los ancianos y su función de vigilar el rebaño", por lo que se supone que la Obra de publicación del recobro del Señor aplicó mal estos versículos. De hecho, éstos sí tienen mucho que ver con el punto.
Hch. 20:28-30 -[28] Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño, en medio del cual el Espíritu Santo os ha puesto como los que vigilan, para pastorear la iglesia de Dios, la cual Él ganó por Su propia sangre. [29] Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. [30] Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos.
El apóstol Pablo encargó a los ancianos a que cuidaran la iglesia protegiéndola de lobos rapaces que entrarían de afuera y de hombres que se levantarían de entre ellos mismos, que hablarían cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos. Según el Nuevo Testamento, los ancianos tienen una responsabilidad específica ante el Señor, y es ejercitarse en vigilar y proteger a la iglesia local y a los santos bajo el cuidado de ellos de cualquier intrusión de enseñanzas malsanas y destructivas (1 P. 5:1-2; Tit. 1:7a, 9; He. 13:17). ¡Ciertamente hoy en día hay la necesidad de tal clase de vigilancia!
1 P. 5:1-2 - [1] Por tanto exhorto a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también partícipe de la gloria que ha de ser revelada: [2] Pastoread el rebaño de Dios que está entre vosotros, velando sobre él, no por fuerza, sino voluntariamente, según Dios; no por viles ganancias, sino con toda solicitud;
Tit. 1:7a, 9 - [7] Porque es necesario que el que vigila sea irreprensible, como mayordomo de Dios... [9] 1retenedor de la 2palabra fiel, la cual es conforme a la 3enseñanza de los apóstoles, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y 5convencer a 6los que se oponen.
Nota 1:9 1 - Los ancianos son nombrados para administrar el gobierno de Dios en una iglesia local, a fin de que sea mantenido un buen orden en la iglesia. Para lograr esto, los ancianos necesitan asirse a la palabra fiel, la cual es conforme a la enseñanza de los apóstoles, a fin de que ellos calmen situaciones conflictivas y sean capaces de tapar la boca de los que causen problemas (vs. 9-14).
Nota 1:9 2 - La palabra confiable, fidedigna y verdadera que fue enseñada en las iglesias conforme a la enseñanza de los apóstoles. Los ancianos de una iglesia local deben asirse a esta clase de palabra sana para poder cumplir su servicio en la enseñanza (1 Ti. 3:2; 5:17).
Nota 1:9 3 - La enseñanza de los apóstoles (Hch. 2:42) finalmente llegó a ser el Nuevo Testamento. Esto indica que (1) las iglesias fueron establecidas conforme a la enseñanza de los apóstoles y siguieron la enseñanza de ellos, y (2) el orden de las iglesias fue mantenido mediante la palabra fiel, la cual fue dada conforme a la enseñanza de los apóstoles. El desorden en la iglesia se debía principalmente a que se había desviado de la enseñanza de los apóstoles. Para contrarrestar esto, debemos asirnos a la palabra fiel, enseñada en las iglesias conforme a la enseñanza de los apóstoles. En una situación confusa y oscura, debemos adherirnos a la palabra del Nuevo Testamento -la enseñanza de los apóstoles- la cual ilumina y guarda el orden. Para mantener el orden en la iglesia se necesita tanto la palabra de los apóstoles conforme a la revelación de Dios, como el cuerpo de ancianos.
Nota 1:9 5 - Exponer el verdadero carácter de algo de tal modo que alguien sea convencido y, por tanto, reprendido al poner de manifiesto su falta. En Ef. 5:11 y 13 se traduce reprender.
Nota 1:9 6 - O, los que contradicen.
He. 13:17 - Obedeced a vuestros guías, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con gozo, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.
Una de las palabras más claras del hermano Lee en cuanto al restringirnos a una solo obra de publicación fue presentada en un mensaje que dio en el entrenamiento para ancianos en febrero de 1986 titulado "Basic Principles in the Eldership and the Training of the Full-Timers" [Principios básicos que deben seguir los que llevan la delantera y los obreros]. El hermano Lee concluyó encargando a los ancianos que prevalecieran sobre la disensión al cuidar del asunto de las publicaciones diferentes en sus localidades, lo cual indica que ellos, basándose en su comunión, debían "hacer los cambios necesarios con relación al cuerpo de ancianos".
Me preocupa en gran manera que algunos hermanos entre nosotros aún sigan publicando literatura. Según mi observación, en dichos libros no hay nueva luz ni suministro de vida. Quizá contengan algunas doctrinas bíblicas, pero es evidente que los asuntos que contienen vida y luz han sido tomados de las publicaciones de Living Stream Ministry. Prácticamente todos aquellos asuntos que contienen luz y vida, ya han sido abordados en nuestras publicaciones. Puesto que éste es el caso, ¿qué necesidad habría para que tales hermanos publicaran su propia literatura? No me es fácil hablar de esto, puesto que todas las publicaciones son mías. Pero me veo obligado a decirles la verdad. Al imprimir sus propias publicaciones, ustedes desperdician su tiempo y dinero. Desperdician el dinero ofrendado por los santos, y también les hacen perder el tiempo cuando ellos leen lo que ustedes publican. ¿Dónde se halla el alimento, el suministro de vida y la verdadera iluminación en esas otras publicaciones que circulan entre nosotros? Puedo asegurarles, en cambio, que en cada uno de los libros publicados por Living Stream Ministry hay por lo menos una revelación crucial.
...Aunque yo escribí algunos libros en China, nunca me atreví a publicar nada por mi propia cuenta. No me gusta dar otro sonido de trompeta; es por eso que debemos restringirnos a una sola obra de publicación. Mi intención al convocar una conferencia de escritores, era animarles a que escriban algo, pero no de la manera en que se ha venido publicando. Esta comunión nos guardará y protegerá de proceder de manera descuidada y sin restricción alguna.
...Les aconsejo que den solución a este asunto. Tienen que prevalecer sobre la disensión y no permitir que ella los consuma.
Espero que esta comunión sea de alguna ayuda para todas las iglesias. Sigan estos principios, presenten esto al Señor en oración y consideren cuál es la verdadera situación en su localidad. Entonces ustedes podrán hacer los cambios que sean necesarios con relación al cuerpo de ancianos. (Entrenamiento para ancianos, libro 8: El pulso vital del mover presente del Señor, Pág. 177-179)
Al final de la reunión en la cual la declaración La obra de publicación en el recobro del Señor fue presentada a los ancianos, los colaboradores plantearon que su carga había sido liberada mediante dicha comunión, y que ahora la responsabilidad descansaba sobre los ancianos en cuanto a considerar cómo (si hacerlo o no) aplicar la comunión de los colaboradores en sus situaciones locales. Por tanto, el contenido de la comunión de los colaboradores, tanto como la manera en que fue presentada a las iglesias, fue absolutamente según ambos, el ejemplo bíblico tanto como la práctica del hermano Lee.
D. No hay ninguna base bíblica para la disensión pública
Una cosa que no tiene ninguna base bíblica es la disensión que se ventiló públicamente dirigida a los colaboradores, Living Stream Ministry y la comunión de los colaboradores en la declaración La obra de publicación en el recobro del Señor. Esta actividad sin principios y sin ley, es contraria a cada uno de los principios bíblicos que ya hemos enumerado; y en contra de eso hemos sido advertidos (1 Co. 11:16; Ro. 16:17; Tit. 3:10; Gá. 5:19a, 20b; 1 Co. 11:19).
1 Co. 11:16 - ...Si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos 1tal costumbre, ni las iglesias de Dios.
Nota 11:16 1 - La costumbre de tener contiendas, disputas y debates. Ni los apóstoles ni las iglesias toleraban ninguna disputa con respecto a la enseñanza de los apóstoles.
Ro. 16:17 - Ahora bien, os exhorto, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y 1tropiezos en contra de la enseñanza que vosotros habéis aprendido, y que os 2apártéis de ellos.
Nota 16:17 1 - Se refiere a hacer tropezar y dejar la vida de la iglesia. Esto debe de ser el resultado de tener opiniones y enseñanzas diferentes. .
Nota 16:17 2 - En el cap. 14 Pablo era liberal y afable con respecto a recibir a los que mantenían doctrinas o prácticas diferentes. No obstante, aquí es inflexible y resuelto al decir que debemos apartarnos de los que disienten, que causan divisiones y tropiezos. En ambos casos el motivo es la preservación de la unidad del Cuerpo de Cristo a fin de que tengamos la vida normal de la iglesia.
Tit. 3:10 - Al 1hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación 2deséchalo...
Nota 3:10 1 - Un hombre hereje y sectario que provoca divisiones formando partidos en la iglesia según sus propias opiniones (véase la nota 13 de 2 P. 2). El judaísmo gnóstico al que se hace referencia en el versículo anterior debe de estar relacionado con esto.
Nota 3:10 2 - A fin de mantener un buen orden en la iglesia, una persona tendenciosa y divisiva debe ser desechada y rechazada después de la segunda amonestación. Esto se hace para detener el contacto con una persona contagiosamente divisiva, por el bien de la iglesia.
Gá. 5:19a, 20b - Y manifiestas son las obras de la carne, que son: ... ... 4sectas. ... 4sects.
Nota 5:20 4 - La misma palabra griega que se traduce herejías en 2 P. 2:1. Aquí se refiere a las escuelas de opinión (Darby's New Translation [Nueva Traducción de Darby]) o las sectas.
1 Co. 11:19 - Porque tiene que haber entre vosotros 1partidos, para que se hagan 2manifiestos entre vosotros los que son 3aprobados.
Nota 11:19 1 - Sectas, diferentes escuelas de opinión, como en Gá. 5:20.
Nota 11:19 2 - Las sectas son útiles para manifestar a los que son aprobados, los que no son sectarios.
Nota 11:19 3 - Los que fueron puestos a prueba y llenaron los requisitos.
Hay dos pasajes en 1 Corintios concernientes a la práctica de cubrirse la cabeza y concernientes al ministerio que ejercen las mujeres, y en estos dos pasajes se nos muestra la necesidad de que seamos uno en nuestra práctica. Ha habido muchos y muy diversos pensamientos con respecto a la práctica de cubrirse la cabeza, pero Pablo le dijo a los santos en 1 Corintios 11:16 que no debían ser contenciosos al respecto: "Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios". La costumbre mencionada aquí es la de ser contencioso, disputar y debatir. Ni los apóstoles ni las iglesias toleraban cualquier clase de disputa concerniente a la enseñanza de los apóstoles. Que las iglesias aquí sean mencionadas en el plural indica que todas las iglesias locales gozaban de independencia la una de la otra, pero que aun así, todas ellas adoptaban un mismo proceder en conformidad con la enseñanza de los apóstoles. Así pues, todas las iglesias deben adoptar las mismas prácticas. (Entrenamiento para ancianos, libro 7: Ser unánimes para el mover del Señor, Págs. 49-50)
La primera razón es el ser divisivo, causando divisiones y tropiezos en contra de la enseñanza de los apóstoles (Ro. 16:17). En Romanos 14 Pablo dijo que debemos recibir a toda clase de creyentes genuinos, ya sea que ellos guarden ciertos días o guarden todos los días, ya sea que coman legumbres o que coman carne (vs. 1-6). Luego, en el capítulo 15 Pablo dice que debemos recibir a los creyentes genuinos tal como lo ha hecho Cristo (vs. 5-7). En estas porciones de la Palabra, vemos que Pablo tenía una mentalidad muy amplia, muy generosa y, en un sentido, muy liberal; pero al final del capítulo 16 Pablo dijo: "Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos". Estas dos cosas—causar divisiones y causar tropiezos- han ocurrido y todavía ocurren entre nosotros. Así que, necesitamos fijarnos en aquellos que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que hemos aprendido de los apóstoles, y debemos apartarnos de ellos.
En el trato con los divisivos, también necesitamos tomar la palabra de Pablo en Tito 3:10, "Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo". Una persona sediciosa es una persona divisiva y sectaria. De acuerdo a la palabra de Pablo en Romanos 16:17 y en Tito 3:10, después de la primera y la segunda amonestaciones, debemos rechazar a tales personas y apartarnos de ellas. Hacer esto es poner en cuarentena a tales personas. Poner en cuarentena a una persona no quiere decir que odiemos a esa persona. Si un miembro de una familia contrae una enfermedad contagiosa, el resto de la familia necesita ponerlo en cuarentena por la seguridad de toda la familia. De lo contrario, toda la familia sería afectada. De igual manera, practicar lo que Pablo dice en Romanos 16:17 y en Tito 3:10 es poner en cuarentena a los miembros divisivos del Cuerpo de Cristo. Esto no es enseñanza, sino mi presentación de la Palabra santa a ustedes. (Una presentación breve de lo que es el recobro del Señor, Págs. 48-49)
Quizás haya algunos miembros entre nosotros que causan división. Pablo se refirió a ellos en Romanos 16:17, al decir: "Ahora bien, os exhorto, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la enseñanza que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos" Algunos deliberadamente causan divisiones, y por eso, debemos apartarnos de estas personas. Tito 3:10 dice que debemos rechazar a los miembros facciosos y sectarios. Algunos miembros son muy facciosos, muy sectarios y su propósito al relacionarse con otros es causar división. Actualmente hay algunos que permanecen entre nosotros con la única intención de esparcir veneno. Sin duda, ellos causan división, y son facciosos y sectarios. Debido a esto debemos apartarnos de ellos. Si permanecen facciosos después de una y otra amonestación, debemos desecharlos. (La visión intrínseca del Cuerpo de Cristo, Pág. 105)
Romanos 16:17 nos exhorta a apartarnos de los que causan divisiones y tropiezos en contra de la enseñanza de los apóstoles. Debemos apartarnos de cualquier persona que cause divisiones y no debemos tener contacto con estas personas para tener comunión con ellas. Esta es otra exclusión de la comunión del Cuerpo de Cristo.
Algunos dicen que la exhortación dada por el apóstol en cuanto a enfrentarse con los que causan divisiones, mencionados en Romanos 16:17 no se debe aplicar a los que causan divisiones en el recobro del Señor hoy. Dicen que Romanos 16:17 se refiere a hombres que no sirven a nuestro Señor sino a su propio estómago, como se menciona en el versículo siguiente, y que los que causan divisiones en el recobro del Señor hoy no son esta clase de persona. Pero debemos entender que en Romanos 16:17 el apóstol condena la acción de causar divisiones, no importa qué clase de persona las causa. Un hermano tal vez esté bien en todo aspecto como cristiano, pero si causa divisiones en la iglesia o entre las iglesias debe ser condenado y puesto en cuarentena, así como exhortó el apóstol. (El Ministerio del Nuevo Testamento y la enseñanza y comunión de los apóstoles, Pág. 30)
m. Se levantaron algunos que causaban divisiones
En Romanos 16:17 Pablo dice: "Ahora bien, os exhorto, hermanos, a que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la enseñanza que vosotros habéis aprendido, y a que os apartéis de ellos". Esto es un indicio de que habían surgido algunos que causaban divisiones.
n. Los tendenciosos (sectarios) existían en las iglesias
En Tito 3:10 Pablo dice: "Al hombre que cause disensiones, después de una y otra amonestación deséchalo". Esto nos dice que en las iglesias llegaron a existir hombres tendenciosos (sectarios). Tales sectarios causaron divisiones al formar en las iglesias partidos conforme la propia opinión de ellos. (El Caos satánico en la vieja creación y la economía divina para la nueva creación, Pág. 57)
Ver también (disponible solo en inglés):
- 47 speakers, 1993 Blending Conference Messages Concerning the Lord's Recovery and Our Present Need, pp. 95-96.
Considerando nuestra situación actual, los hermanos que llevan la delantera en las iglesias deberían advertir a los santos de aquellos que siembran división y confusión. Los que destruyen el edificio de Dios se esconden detrás de una mascara de "preocupación" por el recobro del Señor, deseando alejar a las iglesias y los santos de los principios bíblicos que nos han protegido por muchos años. Hay muchas enseñanzas diferentes y escritos que se oponen a la comunión de los colaboradores en la Obra de publicación en el recobro del Señor, los cuales se han esparcido a nivel mundial por medio de la "Internet", incluso se han puesto en la página de "Internet" de una iglesia. Tal difusión de disensión es muy similar a un asunto que fue considerado hace años en una carta abierta, la cual firmaron varios de los colaboradores, a saber: Francis Ball, Titus Chu, Les Cites, Eugene C. Gruhler, Joel W. Kennon, David Lutz, Benson Phillips, and James Reetzke, Padre. Ellos lo hicieron como respuesta a la distribución desordenada de opiniones discrepantes por parte de los que en aquél tiempo eran ancianos en la iglesia en Anaheim.
Nuestra intención al escribirles no es interferir con los asuntos de la iglesia en Anaheim, sino más bien, es una respuesta razonable a la distribución desordenada de sus declaraciones discrepantes respecto a su posición en cuanto a los asuntos de la iglesia. Habría sido otra cosa si la publicación con respecto a su posición se hubiese confinado a su localidad....
Le damos énfasis a este punto porque nos parece que la administración de la iglesia en Anaheim ha llegado a ser de forma diferente a la administración de las demás iglesias locales, y porque tal distribución tan franca e imprudente de esta posición nueva es un ataque directo contra nuestra práctica en el recobro del Señor hasta ahora. (An Open Letter to the Speakers in the Meeting of the Church in Anaheim on August 28, 1988, p. 16 [Una carta abierta dirigida a los oradores en la reunión de la iglesia en Anaheim el 28 de agosto de 1988])
E. Una trompeta en el ministerio del Señor
Finalmente, acerca de la afirmación en "Análisis y respuesta" de que 1 Co. 14:8 ha sido "tomada y aplicada a un contexto ajeno", nosotros tenemos que reconocer que esta afirmación es falsa por lo que es. Al oponerse a esta interpretación, el escritor, de hecho, se está oponiendo al ministerio de nuestro hermano Witness Lee, y demuestra su ignorancia del contexto cabal bíblico del escrito de Pablo. Comenzando en 1984, el hermano Lee convocó una serie de entrenamientos urgentes para ancianos debido a la tendencia hacia la división que había en el recobro del Señor, causada mayormente por obreros que llevaban a cabo sus propias obras dentro del recobro como "príncipes feudales".
En el mes de marzo de este año necesitábamos ocho hermanos para liberar la palabra en la conferencia internacional de compenetración en Indonesia. Ellos vinieron y me preguntaron: "¿Qué haremos allí?" Yo les dije que debían ir allá para hacer la obra en el Cuerpo y que ya no debían continuar como se hacía en el pasado: cuando cada uno hacía su propia obra, cada uno tenía su pequeña región la que había llegado a ser una fortaleza en la montaña, y como resultado cada uno de ellos llegó a ser un príncipe feudal que edificaba su propia fortaleza y ocupaba su propia cima.
Por esta razón desde 1984, he convocado a varias reuniones urgentes de los ancianos y colaboradores. Las convoqué porque observé que entre nosotros había una tendencia hacia la división. Liberé una serie de verdades que más tarde fueron impresas en varios tomos (véase Los entrenamientos para ancianos, libros 1-11). Todos ustedes deben leerlos. Les dije, que la era del feudalismo se había terminado y que ya no debíamos hacer la obra de príncipes feudales. Los colaboradores deben salir, sin embargo, nunca deben edificar fortalezas, que es la obra de los príncipes feudales, sino que deben hacer la obra del recobro del Señor. Si todos nosotros hacemos la obra del recobro del Señor solamente habrá un solo Cuerpo. Si tres o cinco personas que tienen el mismo sentir van y trabajan en una pequeña región, el resultado no será la unidad ni la unanimidad, sino que producirán división. Esta es la razón por qué ha habido disturbios en estos últimos años. (The Governing and Controlling Vision in the Bible, pp. 32 [ La Visión en la Biblia que gobierna y controla, nuestra traducción])
Con este trasfondo, en 1986 el mensaje del entrenamiento para ancianos intitulado: "Al hacer sonar la trompeta en el ministerio del Señor, ella no debe dar un sonido incierto" el hermano Lee aplicó 1 Corintios 14:8 (junto con Nm. 10:9; Jue. 7:18; y 2 Ti. 2:3) al asunto de dar solo un sonido de trompeta en el ministerio en el recobro del Señor.
1 Co. 14:8 - Y si la trompeta da sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?
Nm. 10:9 - Y cuando saliereis a la guerra en vuestra tierra contra el enemigo que os molestare, tocaréis alarma con las trompetas; y seréis recordados por Jehová vuestro Dios, y seréis salvos de vuestros enemigos.
Jue. 7:18 - Yo tocaré la trompeta, y todos los que estarán conmigo; y vosotros tocaréis entonces las trompetas alrededor de todo el campamento, y diréis: ¡Por Jehová y por Gedeón!
2 Ti. 2:3 - Tú, pues sufre el mal conmigo como buen 1soldado de Cristo Jesús.
Nota 2:3 1 - El apóstol consideraba el ministerio de ellos una guerra por Cristo, así como el servicio sacerdotal era considerado un servicio militar, una guerra, en Nm. 4:23, 30, 35 (heb.).
Algunos de los que se hacen llamar colaboradores, algunos líderes, gustan de pensar que pueden desarrollar otra línea, sin tener que optar por la única línea que hay en el ministerio. Quizás ellos consideran que tanto hacer esto como hablar en lenguas sin interpretación definida son asuntos irrelevantes a los que no debemos darle mayor importancia. Hasta cierto grado, incluso yo mismo he pensado de esta manera en el pasado. Aunque he afirmado con palabras muy severas que mi tolerancia ha llegado a su límite, quizá algunos hermanos tengan el sentir-no en un sentido negativo con respecto a mi persona-de que ellos me aman y no les parece que sea necesario que yo sea tan serio y severo con respecto a asuntos tan insignificantes como éstos. Yo también abrigaba tales conceptos en el pasado, pero mediante mi estudio he llegado a darme cuenta de que, en el Nuevo Testamento, la ilustración de hacer sonar la trompeta a fin de que los demás se preparen para la batalla ha sido usada únicamente en 1 Corintios. Esta ilustración que hallamos en 1 Corintios no es usada en relación con la persona de Cristo en Su Deidad o con un asunto tan crucial como la redención eterna efectuada por Cristo; más bien, Pablo se vale de esta ilustración al hablar sobre un asunto menor: la interpretación del hablar en lenguas.
Leamos ahora 1 Corintios 14:6-9 para considerar el contexto en que esta ilustración se dio: "Ahora pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovecharé yo, si no os hablo con revelación, o con conocimiento, o con profecía o con enseñanza? Aun las cosas inanimadas que producen sonidos, como la flauta o la cítara, si no dan distinción de notas, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la cítara? Y si la trompeta da sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla? Así también vosotros, si mediante la lengua no dais palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que se habla? Porque hablaréis al aire". Fue, pues, con relación al hablar en lenguas, un asunto que consideramos carente de importancia, que el apóstol Pablo incluyó este versículo en el cual usa la palabra batalla. Ciertamente nadie consideraría una batalla como algo carente de importancia e irrelevante. Es imprescindible que el ejército que combate una batalla tenga la moral muy en alto y esté muy unido. Por ello, si se busca mantener esta moral, incluso la más insignificante disensión acerca del más pequeño de los asuntos tiene que ser eliminada. Si no se elimina esa pequeña disensión, la moral será anulada. No se podrá mantener la moral, y seguramente el ejército perderá la batalla. Esto representa una seria advertencia en relación con el ministerio del Señor. El ministerio del Señor consiste, pues, en hacer sonar la trompeta para que el ejército salga a combatir en orden de batalla (Nm. 10:9; Jue. 7:18). Así pues, todo lo relacionado con el ministerio del Señor, es parte de una guerra (véase 2 Timoteo 2:3 y la nota 1 en la Versión Recobro). (Entrenamiento para ancianos, libro 7: Ser unánimes para el mover del Señor, Pág. 77-79)
De hecho, lo que habló el hermano Lee en 1986 no fue una interpretación nueva. En 1975 él aplicó lo mismo, acerca de dar el sonido de trompeta.
Dios no va a enviar trompetistas para que toquen diferentes sonidos de trompeta cuando Su ejército entre en la batalla (1 Co. 14:8; Nm. 10:9; Jue. 7:18). Esto produciría confusión; Dios es muy sabio para hacer eso. Él tendrá solamente un trompetista para dar un solo sonido, una sola voz, para que Su pueblo en la tierra pueda marchar y seguir adelante. (The Testimony of Jesus, p. 99 [ El Testimonio de Jesús, nuestra traducción])
En ambas ocasiones el hermano Lee dijo que tener un hablar diferente del sonido, el cual se da por medio del ministerio general y está llevando la delantera en el recobro del Señor, produciría inseguridad y confusión entre los santos y dañaría al recobro del Señor. El deseo del hermano Lee, expresado en una serie de entrenamientos para ancianos durante la década de 1980, fue que los hermanos dotados pusieran a un lado sus ministerios personales para que haya un sonido claro de trompeta el cual guíe a los santos en el recobro del Señor a la batalla, para el cumplimiento de la economía eterna de Dios. Además, él dijo que dicho sonido de trompeta se da no solo cuando se dan mensajes, sino aún mucho más cuando se publica literatura.
RESTRINGIDOS A UNA SOLA OBRA DE PUBLICACIÓN
Algo que ha generado problemas en el recobro del Señor ha sido el hecho de que tenemos diferentes obras de publicación. Si realmente hemos tomado en serio el recobro del Señor, debemos evitar involucrarnos en cualquier clase de problema, Cuando estuvimos en China, solamente existía la obra de publicación del hermano Nee, y el Gospel Room [Casa de publicaciones evangélicas] era de él exclusivamente...En aquel entonces sólo hubo una sola obra de publicación. Todo lo que se publicaba procedía del Gospel Room del hermano Nee, ya que entendíamos que publicar literatura equivalía a dar el sonido de trompeta al pueblo de Dios. No sólo se está tocando la trompeta cuando se dan mensajes, sino aun mucho más cuando se publica literatura. [Énfasis añadido] (Entrenamiento para ancianos, libro 8: El pulso vital del mover presente del Señor, Pág. 176-177)
La interpretación del hermano Lee de 1 Corintios 14:8 se basa en la palabra de Pablo en Hechos 20:26-27. Allí Pablo les dijo a los ancianos en Éfeso que él estaba limpio de la sangre de todos, porque no rehuyó anunciarles todo el consejo de Dios. Esta palabra es una referencia directa al mandato que el Señor le dio a Ezequiel, para que fuese atalaya, que tocara la trompeta a fin de advertir a Su pueblo del ataque de sus enemigos. (Ez. 33:1-6). La declaración de Pablo acerca de todo el consejo de Dios, incluso sus palabras de dirección y advertencia a los ancianos, fueron el sonido de trompeta en el ministerio neotestamentario.
Hch. 20:26-27 - [26] Por tanto, yo os testifico en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; [27] porque no rehuí anunciaros todo el consejo de Dios.
Ez. 33:1-6 - [1] Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: [2] Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo, y diles: Cuando trajere yo espada sobre la tierra, y el pueblo de la tierra tomare un hombre de su territorio y lo pusiere por atalaya, [3] y él viere venir la espada sobre la tierra, y tocare trompeta y avisare al pueblo, [4] cualquiera que oyere el sonido de la trompeta y no se apercibiere, y viniendo la espada lo hiriere, su sangre será sobre su cabeza. [5] El sonido de la trompeta oyó, y no se apercibió: su sangre será sobre él; mas el que se apercibiere librará su vida. [6] Pero si el atalaya viere venir la espada y no tocare la trompeta, y el pueblo no se apercibiere, y viniendo la espada, hiriere de él a alguno, éste fue tomado por causa de su pecado, pero demandaré su sangre de mano del atalaya.
Al rechazar la aplicación de 1 Corintios 14:8 a la necesidad de tener solo un sonido en el ministerio del Señor, o al decir que no se aplica al asunto de tener solamente una publicación, no solamente está en contra de la comunión de los colaboradores compenetrados, sino que es un rechazo a la aplicación que el hermano Lee hace a nuestra situación; y al hacer eso, se anula la comunión de nuestro hermano tocante a la manera de preservar la unidad en el recobro del Señor al ser restringidos en llevar a cabo el ministerio del Señor.